¡REVELADO CON CERVEZA EN SÚPER-8!

Causó sensación la nueva fotografía de portada de mi Facebook en en la que aparezco con una cerveza Estrella Galicia en mano, mientras filmo un timelapse en el Ártico a bordo del rompehielos "Malmö". Los que me conocen, empezando por mi familia, que saben soy abstemio desde los 9 años (cuando en una fiesta en Rincón de Soto, en la Rioja, bebí más de la cuenta y quedé vacunado, como Obélix, de por vida), se llevaron una gran sorpresa. 
Las latas de Estrella Galicia las llevé al Ártico, tal y como relataré en el documental sobre el calentamiento global, "Spitsbergen: el guardián del Ártico", para revelar a bordo, de forma ecológica, película Kodak Tri X.  

¿POR QUÉ REVELAR EN LA LOCALIZACIÓN?
En cine, a diferencia de en digital, no se tiene la seguridad de estar filmando correctamente mientras no se ve el revelado: son tantas las cosas que pueden ir mal... 
Nolan,  con "Dunkerque",  tuvo que mandar sus rollos de 65 mm a Estados Unidos pues no había, en Inglaterra, laboratorio capaz de manipularlos: ¡hasta los dos días no le llegaban los "daylies" en versión digital!
Dadas las condiciones extremas de mi rodaje, con nevadas incluso a veinte grados Celsius bajo cero, ¿qué me garantizaba que la cámara estaba funcionando bien? ¡Nada! De forma que había previsto hacer algunos revelados a bordo, de película en blanco y negro Kodak Tri X. Aislado en la cima del planeta, no tenía lugar a donde mandar a revelar.

En lugar de químicos, siempre pensé en ingredientes ecológicos: o café o cerveza. Finalmente, elegí cerveza, ya que, con Estrella Galicia, vitamina C y soda es posible obtener una  gama de grises muy rica. Naturalmente, a bordo del "Malmö" había cerveza, pero, como todas mis pruebas, en La Coruña, las hice con una cerveza local, Estrella Galicia (de aprecio nacional, en España),  opté por no arriesgarme a que nada saliese mal y llevar mi propia reserva de este brebaje tan útil. 

El revelado con cerveza es totalmente amigable con la salud del planeta  pues el único químico que se necesita, que me facilitó Kodak, es totalmente biodegradable: un fluido para impedir que, durante el secado, se adhieran gotas a la película. Los resultados los comprobaba con el visor de mano Fujifilm Viewer, que permite ver películas en movimiento ¡sin pilas ni electricidad! 

Naturalmente, que en el documental aprovecharé estos planos rodados con Tri X: pero como las audiencias hoy en día aborrecen el blanco y negro, las secuencias Tri X aparecerán tintadas (ya se pueden ver así en el teaser , el trailer y la minifeaturette); a fin de cuentas, en la época del cine en blanco y negro, casi todas las producciones se veían tintadas. Pudiera decirse que el cine nunca se vió en blanco y negro. 

DOMINGO, DE SOL A SOL. 
Tras el éxito de mis artículos en inglés en los números uno y dos de la revista alemana Photoklassik International (editada en Alemania, con diez mil ejemplares vendidos de cada número, se ha convertido en la Biblia mundial de la tecnología fotoquímica), este domingo estuve trabajando desde el amanecer en mi siguiente artículo de diez mil palabras. ¡Ojalá merezca ser anunciado en portada, como los precedentes!

Mi jefa, esa supermujer que es Charys Schuler (editora, violinista de la Frankfurt Radio Symphonie, fotógrafa, modelo... ¡y madre de dos niños!), me pidió que le entregase mi artículo antes de las doce de la noche.

¡He cumplido!, pese a que me sentó como un tiro levantarme a las 8 de la mañana de un domingo ¡con una madrugada de una hora menos! y que, en virtud del demencial sistema horario vigente en España, con el horario de verano,  vivo dos horas antes del GMT que correspondería, o sea, que en realidad, ¡me levanté a las seis de la mañana, hora solar real!

Camino de IB Cinema, me detuve unos instantes a ver el Árbol de Judas, que en La Coruña anuncia la primavera: ¡Charys también ve uno desde su oficina!