jueves, 21 de mayo de 2020

CHINON 9500 TWIN TRACK: DE LO PEOR SALIDO DEL JAPÓN

El Japón ha hecho, como industria, magníficas aportaciones al mundo de la proyección en Súper-8. Una de ellas es, por ejemplo, el proyector Elmo GS1200 Xenón. Con lámpara normal, es muy destacable toda la gama de Fujifilm, muy especialmente el indestructible Fujicascope SH30 o el glorioso SD25 Quartz, sin olvidarnos del diminuto SD Auto
Una de las marcas japonesas mas populares en Occidente fue Chinon. Paradójicamente, esta firma, participada por Kodak desde principios de los setenta, y en los ochenta bajo el control completo del entonces gigante amarillo, ¡no vendía casi ningún producto en Japón!, pues prácticamente la totalidad de su producción estaba concebida para el extranjero, tanto bajo su marca como bajo otros nombres. 
Hoy nos ocupamos, en esta bitácora,  del Chinon 9500 Twin Track, vendido como Kodak Lux en España o Revue Lux en Alemania y Austria. Sobre el papel, las prestaciones son excelentes: sonido doble pista, lector de sonido óptico, pantallita incorporada para la sonorización, lámpara potente de 150 W, husillos para las bobinas con cierre, ajuste fino de velocidad de hasta 1.5 fotograma por segundo...
Cogiendo el proyector, la primera impresión, pese a su fealdad y sensación "plasticosa", no es negativa, con detalles como el asa de transporte telescópica hasta con fieltro en la base. Es un buen detalla,  también, que sea capaz de proyectar película muda sin necesidad de mantener los cabezales magnéticos apretados. 
Las decepciones comienzan al hurgar el interior: al amplificador es una maraña de cables, concebido con una tecnología muy arcaica y componentes de calidad muy mejorable. El presor de la película es también de plástico. ¿Y de que sirve una lámpara de 150W si, a cambio, el objetivo parece estar fabricado con un culo de vaso?
Un detalle muy tonto, a la hora de la sonorización, es que el aparato no sólo no puede proyectar con baja intensidad sino que cada vez que resulta menester detener el avance,  entra en marcha el mecanismo de enhebrado, marcando innecesariamente la película. 
Los cabezales magnéticos son mas estrechos de lo que es habitual, de forma que si se graba sobre un registro sonoro existente, al pasar la película en otro proyector, ¡se sigue escuchando la grabación sonora antigua!, en un segundo plano.
Con todo, tras 25 años sin tocarlo, en esta tarde de confinamiento, ha tocado engrasarlo y ponerlo a punto... pues la próxima vez que lo encienda tal vez me vea obligado a hacerlo desde el Más Allá.
¿DÓNDE COMPRAR ESTA CLASE DE ARTÍCULOS? 
Siempre recomiendo la misma tienda que usa Steven Spielberg, Spike Lee o J.J. Abrams, entre otras luminarias:  Pro 8 mm, de Hollywood. 
Su propietario, Phil, es el creador del formato Max-8, que proporciona con óptica normal un formato casi de 1.85, en lugar del tradicional académico.
Atienden en español e inglés, en el siguiente enlace, ¡y el envio a Europa demora sólo 3 días!
Si te interesa el mundo audiovisual fetén, el fotoquímico, disfrutarás buceando por este sitio web: 
https://www.pro8mm.com?sca_ref=221762.t1gzXnwJIC

4 comentarios:

  1. Espero que el culo de vaso haya sido delagado al menos, qué genial comentario y genial evaluación de un producto que, te tomo la palabra, es evidentemente mediocre.

    ResponderEliminar
  2. Interesante y muy ilustrador comentario para los cinéfilos en ciernes, y yo que pensaba que Chinon era magnífico, Incluso tenía uno avistado.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No son buenos, ni siquiera el modelo cumbre, SS1200, del cual ya escribiré.

      Eliminar