El buen amigo, y antiguo caballero legionario, Ángel Caro, actualmente un apreciado fabricante artesanal de guitarras españolas, ha donado al Museo de la Cinemateca Sellier (nuevo nombre de la Cinemateca de Galicia), una de los dos únicas cámaras de Súper-8 que funciona sin pilas, a cuerda: la Zenith Quarz 1X8S-2, un diseño soviético que se estuvo vendiendo hasta finales de los años noventa. El objetivo es de muy buena calidad y la cámara, además de fotograma a fotograma, ofrece al creador variedad de cadencias: 9, 12, 18, 24 y 32 fotogramas por segundo. Como el diafragma puede ser operado también manualmente, ésta es la única cámara de Súper-8 que posibilitaría hacer uso de todas sus funciones sin necesidad de baterías: ¡mas ecológica, imposible!
Rodar sin energía eléctrica tiene una ventaja que, sin duda, fue siempre apreciada por los cineístas siberianos: al no depender de baterías, la cámara está operativa incluso a -25 grados Celsius. El avance de la película meramente mecánico, una excepcionalidad en Súper-8, fue siempre una opción, incluso casi la norma, en otros pasos cinematográficos (con la excepción del Single-8, la versión de 8 mm tipo S de Fujifilm, que sólo dispone de cámaras con motores eléctricos -si bien hay dos modelos que permiten el acople de una manivela o motor mecánico exterior-).
Esta cámara presenta una ventaja adicional, nada desdeñable a los precios a los que se ha puesto la película: la fuerza excepcional de su husillo de arrastre para el eje del cartucho que permite aprovechar buena parte de aquellos defectuosos, que se atascan con las cámaras eléctricas. Es, pues, este sencillo modelo, imprescindible para llevar como "cámara de respaldo" a cualquier rodaje fuera de estudio pues al poder funcionar sin electrónica nunca falla y, además, puede mover cualquier eje de cartucho bloqueado.
La autonomía de cuerda es suficiente: 30 segundos a 24 fotogramas por segundo y 34 a la cadencia de 18 f.p.s. (en este modelo).
Como curiosidad, añadir que esta Zenith (conocida en Estados Unidos como Kinoflex), es una de las últimas cámaras de Súper-8 fabricadas en serie: se produjeron 300.000 entre 1974 y 1993.
Una gran adición para el Museo de la Cinemateca Sellier, que agradecemos muy especialmente, pues se trata de una unidad virginal, nunca usada, perfecta para la vitrina, en su versión original con caracteres cirílicos. Paradojas de la vida: Ángel consiguió en su día esta cámara rusa en Ucrania, cuando rusos y ucranianos eran dos pueblos hermanos.
P.S. La otra cámara de Súper-8 que funciona sin pilas, a cuerda, es la Bell & Howell 306, un modelo muy inferior, con focal fija, una sola velocidad de filmación (18 f.p.s.) y sin visor a través del objetivo.
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