viernes, 18 de febrero de 2022

CINEMATECA IB CINEMA: DIGITALIZACIONES CON MOTIVO DEL NAUFRAGIO DEL "VILLA DE PITANXO"

¿Qué podemos hacer, desde el sector audiovisual, para sumarnos al luto oficial de tres días decretado en Galicia por el Presidente Feijóo, como duelo por los 21 muertos del naufragio del "Villa de Pitanxo", con base en Marín, en aguas de Terranova?

Telecine de 16 mm de IB Cinema

En la Cinemateca de Galiica IB CINEMA, en La Coruña, custodiamos miles de bobinas cinematográficas en todos los pasos cinematográficos (excepto 70 mm), desde 8 mm hasta 35 mm), desde las primeras películas de los hermanos Lumière hasta lo mas reciente de Tarantino o el último largometraje de producción española estrenado en soporte cinematográfico. Archivamos, también, interesantísimo material cinematográfico del Nelson Institute of Marine Research, institución muy volcada con el cambio climático y, muy especialmente, su repercusión en los océanos.

Telecine para estándar 8 de IB Cinema

Entre este material, atesoramos dos antíquisimos documentos cinematográficos inéditos, nunca antes disponibles en Internet, que plasma la dureza de la vida en Terranova de los pescadores, en su mayor parte portugueses, pero también gallegos y vascos. 

Para sumarnos al luto, en IB Cinema, decidimos digitalizar estos dos trabajos cinematográficos y ponerlos a libre disposición del público en nuestro canal de Vimeo. Conviene aclarar que podríamos haber telecinado estas obras en 2K o 4K pero lo hacemos sólo en calidad PAL para evitar el pirateo en esta jungla que es lo digital.

Telecine Fumeo para Super 8 de IB Cinema

En el documental "Mar de Terranova", en standard 8 mm, narrado en portugués,la protagonista absoluta es la goleta "Santa María Manuela" botada en 1937 y, que tras operar como pesquero en Terranova y Groenlandia, ¡¡¡todavía sobrevive hoy en día!!!, para uso turístico, tras su extraordinaria restauración precisamente en Marín. 

El segundo documental, en color, narrado en inglés, "Three for Newfoundland: The White Fleet" plasma la dura vida de los pescadores en Terranova de la entonces conocida como la "flota blanca", pintados en ese color desde la II Guerra Mundial para avisar a bombarderos y destructores que eran barcos de un país neutral.

 

Mar de Terranova (goletas Santa María Manuela e Ave María) from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.

La técnica de pesca utilizada en el Santa María Manuela era por medio de los doris, botes a remos y vela con capacidad para uno o dos hombres, que recogian los palangres y después descargaban en la "Santa María Manuela" que actuaba como buque nodriza. En un viaje típico este lugre navegaba con unos 60 pescadores.

Con el barco ya fondeado en la zona de pesca, la vida a bordo comenzaba a las 4:00 h. de la mañana. Todo el personal se despertaba, tomaba el almuerzo y los doris eran botados al agua. Hacia las 4:00 h de la tarde los pescadores regresaban al navío, descargaban el bacalao pescado con una especie de horquilla de dos dientes; izaban todos los doris a bordo, cenaban y preparaban el pescado para ser salado en la bodega correspondiente.

El pescado embarcado se depositaba en compartimentos llamados quetes. Cada quete soportaba exteriormente dos o tres mesas de calibrado y preparación del pescado que depositaban en baldes de madera. En cada mesa trabajaban tres pescadores: el troteiro (que partía) en la cabecera del quete, daba un golpe en las agallas del bacalao y lo abre hasta al vientre; el “parte-cabezas” retira el hígado (que aprovecha) y las restantes vísceras, y separa también la cabeza, de donde saldrá la “cara” y la “lengua”; finalmente, el calibrador da al pez la forma abierta que todos conocemos, necesaria para una buena absorción de la sal, a los efectos de su conservación.

THREE FOR NEWFOUNDLAND. THE WHITE FLEET from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.



Preparado el bacalao se ponía entonces en un balde, para ser lavado. El ganchero lo retiraba allí y lo pasaba al escurridor, donde, después de escurrido, otro ganchero lo pasaba a un cajón de madera en la bodega, a través de una manga de lona larga fijada a la escotilla.

Posteriormente se salaba, siendo éste considerado uno de los trabajos más duros de a bordo y también de los más importantes, pues de él dependía la calidad del bacalao que sería presentado al armador. Finalmente, se estibaba con mucho cuidado, de manera que la bodega cargara la mayor cantidad posible.

Cada pescador intentaba pescar lo máximo posible, pues su sueldo dependía de la cantidad de capturas. En un año de buena pesca las capturas rondaban las 800 toneladas de pescado y alrededor de 60 toneladas de aceite de hígado de bacalao, y la duración de las campañas eran de 6 meses.

Los riesgos que asumían estos pescadores eran muy elevados por los fuertes temporales e intensas nieblas. Además el trabajo a destajo, que se medía por el número de lenguas de bacalao que conseguían, obligaba a faenar incluso en condiciones muy adversas. No era extraño que en los años cincuenta y sesenta, en aguas de Terranova, se recogieran tripulantes portugueses de doris perdidos en el mar. Los bacaladeros portugueses mantuvieron esta técnica de pesca hasta 1972 

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