lunes, 3 de octubre de 2022

LUZ EN PANTALLA: LA VIDA DE LA LÁMPARA MARCA LA DIFERENCIA

En proyecciones cinematográficas con lámpara de xenón, es muy importante no rebasar la vida de la lámpara, trabajar con el amperaje correcto (¡no menos!) e ir volteando la lámpara cada ciertas horas, amén de mantener limpio tanto el espejo como, si lo hay, el cristal anticalórico. 

Con lámparas halógenas, o de descarga (tipo Marc 300), en IB Cinema, para proyecciones públicas, las descartamos tras las primeras 25 horas, pues el rendimiento luminoso cae en picado, a medida que se va consumiendo el filamento. Al incrementarse la resistencia, disminuye la corriente que va por el filamento. Como la potencia es el producto de la corriente multiplicado por el voltaje, el uso merma la potencia consumida y, por tanto, los lúmenes que entrega la lámpara (e incluso su temperatura en grados Kelvin).

En la fotografía superior se puede comprobar la proyección con dos máquinas de idéntico modelo, Fumeo 9271, con la misma óptica (Kern 1.3), el mismo tamaño de pantalla y lámpara de igual marca (Osram Xenophot). Una de las lámparas, la de la izquierda, ha rebasado las 50 horas, la otra tiene 10. Por ello, todos los proyectores cinematográficos de IB Cinema cuentan con horámetro. Álex queda asombrado con la prueba.



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