lunes, 9 de junio de 2025

POLAROID SX-70 AUTOFOCUS MODEL TWO: HISTORIA DE UNA RESTAURACIÓN (1)

Hay objetos que, más que pertenencias, son fragmentos de una época. Uno de ellos, en mi caso, es la mítica Polaroid SX-70 AutoFocus Model Two, una joya tecnológica con enfoque por sonar que, en mi juventud, era poco menos que un artefacto de ciencia ficción.

La compré en mi primer año de universitario en Barcelona, durante una escapada a Andorra con algunos compañeros del Colegio Mayor Sant Jordi. Corría 1979, y tener una SX-70 era, sencillamente, tocar el futuro con las manos. Desde entonces, hasta la quiebra de Polaroid en 2001, solo puedo hablar maravillas del sistema SX-70, un invento prodigioso fruto del genio visionario del Dr. Edwin Land, al que admiré desde bien niño, cuando conocí su vida e inventos gracias a Selecciones del Reader´s Digest.

¡Quien guarda, encuentra!

La cámara me acompañó hasta que desapareció la película SX-70. A partir de entonces, en fotografía, me limité al 35 mm y a la estereoscopía lenticular.  En algún momento del siglo XXI, la cámara SX-70 desapareció de mi radar. Ayer, por azar y revolviendo cajas que llevaba lustros sin abrir, la reencontré: dormida entre objetos sin valor, intacta en apariencia, pero herida por el tiempo.

Hoy día, utilizo habitualmente el sistema Instax Wide de Fujifilm para fotografía instantánea, más estable y accesible. Pero confieso que volver a tener entre las manos la SX-70 me despertó una emoción que no esperaba. Sobre todo, porque desde hace unos años, un grupo de antiguos empleados de Polaroid logró reactivar la fábrica de Enschede, en Holanda, lo que ha permitido que vuelva a haber película compatible con el sistema SX-70.

Eso sí, no todo es igual: las fórmulas originales de las emulsiones fueron destruidas tras la caída de la empresa (una historia que merecería su propia película), y por ello, las nuevas películas, aunque funcionales, no alcanzan aún la excelencia de antaño. Pero existen. Y con eso basta.

Así que, aprovechando ratos perdidos, me he propuesto restaurar esta cámara mítica, tarea cuyos avances iré narrando en esta bitácora. Afortunadamente, es posible conseguir piezas de repuesto, recambios y hasta manuales de mantenimiento que circulan entre entusiastas de todo el mundo.

Si algo he aprendido con los años es que, quien guarda, encuentra. Y a veces, lo que encuentra no es solo un objeto: es una parte de uno mismo, que evoca mi admiración de siempre por el Dr. Land.

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