lunes, 7 de agosto de 2023

SINFONÍA ANTÁRTICA

 La semana pasada, cuando cumplí 64 años, mi esposa me regaló unos calzoncillos y un par de pantalones. Mi hija Verónica, un libro relacionado con la técnica de cine, que me ilusionó mucho y del cual ya me ocuparé;  mi hijo Daniel me obsequió con un preciado (para mí) objeto,  que había conseguido hacía ya unas semanas,  pero que le costó meses encontrar: el vinilo español de "Sinfonía Ártica", de Vaughan Williams, manufacturado en España en la fábrica de discos Columbia de San Sebastián el 10 de diciembre de 1954 ¡¡¡con una tirada de sólo 300 unidades!!!  El disco, impecable, ¡pese a que es mas viejo que quien escribe!

Paradojas: en el fotograma en pantalla (Fujichrome 64T) mi compañero de camarote Gary Roberts ante el refugio de Shackleton en Cabo Royds, frente al volcán Erebo (a 77º30.4 S)

La "Sinfonía Antártica", que se ejecutó por primera vez en Manchester, el 14 de febrero de 1953, tiene su origen en una obra anterior, la música para la película "Scott of the Antarctic", que se ofreció al público en 1949. Ya en 1947, cuando se estaba haciendo la película, Vaughan Williams sintió que aquella narración épica había producido en él un sentimiento mas profundo que el que suscita una mera música unida por los breves episodios de una película. Aquel sentimiento era sencillamente la imagen del hombre enfrentando su espíritu frente a la naturaleza implacable, pero, ya que el origen y el contexto de la lucha estaban en el Ártico, la sinfonía que iba a exponer este tema universal tenía que ser, en cierto modo, descriptiva y local. El título expresa con exactitud lo que es la obra; no una sinfonía con su correspondiente número y claves sino algo cuyas dimensiones y significado sinfónico son mas específicos que, por ejemplo, la London Symphonie, aunque menos detallada su descripción que la misma música de la película, o, digamos, un poema melódico de Strauss. Para indicar el programa, el compositor designó cada uno de los cinco movimientos con un motto verbal.

El vinilo viene datado

 Al Preludio, que lleva incorporado la música del título de la película, acompaña un guión de la obra de Shelley "Prometheus Unbound":

"Sufrir dolores que la Esperanza cree infinitos; Perdonar ofensas más negras qué la noche o que la muerte; Desafiar a Poderes que parecen omnipotentes... Sin cambiar, ni arrepentirse, ni vacilar,  

Esto... es ser

Bueno, grande y alegre, bello y libre;

Sólo esto es Vida, Alegría, Imperio y Victoria".

Aunque formalmente está organizada en tres secciones, su forma no es ternaria. Las tres ideas presentadas musicalmente en extraños colores orquestales son aventuras heroicas incorporadas en un tema ascendente; el propio Antártico del que están tomadas cuatro imágenes y el ataque del hombre a la naturaleza, simbolizado en una llamada de clarín. Primeramente describe el paisaje antártico como una blanca extensión yerma, valiéndose de coros femeninos sin palabras y de los instrumentos de viento y, después, describe el hielo con los sonidos quebradizos y frágiles del piano, celesta, glockenspiel y vibraphone; luego oímos la amenaza del viento o del mal tiempo, producida por temas ásperos de de vaivén; una campana indica el peligro y, por fin, vuelve la idea inicial de este segundo tema para incluir los restantes. En la tercera parte se entabla la batalla entre los antagonistas: el Polo y el hombre.

Alta fidelidad en 1954

El segundo movimiento en un Scherzo y el tercero uno titulado "Landscape" ambos son geográficamente descriptivos. El Scherzo trata de la vida humana y la vida animal a bordo de un buque. El texto está tomado del Salmo 104:

"Allí van los barcos; allí está ese Leviatán, al que tú has hecho para hallar su recreo en ello".

En el motivo inicial, ejecutado por el corno, figura la cubierta de un buque que se alza entre tumultuosas olas. Del mar surge Leviatán, suenan notas ocres y oscuras del viento -en la película este tema acompaña a la escena de las ballenas-.   El trio se otorga a los pingüinos y la melodía es lánguida y descendente. El Scherzo no se repite, únicamente su ritmo, y la escena se disuelve "en una nota indefinida" (descripción del propio compositor).

"Landscape" es una imagen tonal; los temas que en ella figuran son meros pretextos para introducir notas sonoras. De entre ellas surgen repentinamente unas notas que el órgano ejecuta en un gran sólo. El efecto es impresionante y claro su significado: he aquí el obstáculo infranquable, el hielo de que el habla el poema que encabeza el movimiento: 

"¡Cae el hielo! Surcan la faz de la montaña

y por entre sus precipicios descienden tumultuosos

torrentes que, yo diría, escucharon una voz potente,

e, inmediatamente, se detuvieron en su loco  impulso.

¡Torrentes inmóviles! ¡Silentes cataratas!"

La cita proviene del poema de Coleridge "Himno antes del amanecer en el Valle de Chamouni".

El movimiento que le sucede es mas ligero. Un Intermezzo que proporciona descanso tras la crueldad de la Naturaleza. En la película está relacionado con la esposa del explorador y la música de la muerte de Oates. El texto poético indica ampliamente que el amor todavía interviene algo en la batalla del hombre con la naturaleza, aunque sólo sea para sostenerle en la lucha. Estas dos líneas están tomadas del poema de Donne "The Sun Rising" (Amanecer). 

"El amor desconoce las estaciones y los climas,

desconoce las horas, los días, los meses, que son jirones del tiempo"

No existía estereofonía en los microsurcos españoles de 1954

El movimiento está basado en tres temas: el primero oscila entre mayor y menor, el segundo es en "Si" menor y al tercero lo introduce la campana amenazadora que se oyó en el preludio y que ahora es el fúnebre tañido que presagia el fin de Capitán Oates. 

El final es un epílogo, término del que Vaughan gusta mucho para cualquier movimiento o parte del movimiento que lleve el argumento a una conclusión. Su texto es un extracto del diario del Capitán Scott (sic): "No me arrepiento del viaje; corrimos un riesgo y sabíamos que lo hacíamos, los acontecimientos han ido en contra nuestra, por lo tanto no tenemos motivos de queja".

Es un movimiento de marcha; se inicia con una referencia al Preludio y conduce a la catástrofe final -en la película, esta catástrofe fue el viento huracanado y frío que, juntamente con la nieve, derrotaron a Scott-. Tras la vuelta de la marcha, un segundo episodio nos hace oír de nuevo el grave sonido de la campana y las voces e instrumentos de aire del Preludio: es el lamento ante la única y débil esperanza que se ha perdido. De él surge una coda en la que la soprano ejecuta un sólo de cadencia angustiosa. Las voces y el aire alternan con él, desvaneciéndose hasta que la Naturaleza, en su omnipotente fuerza conquistadora, vuelve al Antártico a la desolación que le es propia. 

A la Sinfonía Antártica podría denominársela la "Heroica" de Vaughan Williams; pero en ella se describe al heroísmo derrotado y no al heroísmo triunfante. La "Heroica" de Beethoven está basada en su experiencia y habla de su propio triunfo sobre la desesperación. En esta Sinfonía, Vaughan Williams se muestra fiel a los hechos históricos de una gran aventura que al final fracasó. 

NOTA ADICIONAL. Este disco está grabado con tecnología FFRR, acrónimo de Full Frequency Range Recording, que, según mi amigo el audiófilo Lluis Griffé, es el mejor sistema de grabación analógica jamás desarrollado. ¿En qué consiste? Esto es lo que me explica (sic):  "La grabación de rango de frecuencia completa (ffrr) fue un desarrollo a partir de un invento de Arthur Haddy, de Decca, durante la II Guerra Mundial, para detectar y catalogar submarinos nazis, individualmente, por el ruido de motor característico de cada uno. Como este sistema permitía capturar un rango de frecuencia muy mejorado (notas altas y bajas) en las grabaciones, tras la Guerra, Decca comenzó a usarlo para sus grabaciones.  Los críticos musicales se rindieron ante el sorprendente realismo del ffrr, con un rango de frecuencia de 80 a 15000 Hz, con una relación señal-ruido de 60 dB. Si bien los primeros lanzamientos de ffrr de Decca en discos de 78 rpm tenían un ruido de superficie notable, que disminuyó los efectos del sonido de alta fidelidad, la introducción de discos de larga duración (microsurcos) en 1949 hizo un mejor uso de la nueva tecnología y estableció un estándar en la industria que fue rápidamente imitado por los competidores de Decca. No obstante, los títulos publicados por primera vez en 78 rpm permanecieron en esa forma en los catálogos de Decca hasta principios de la década de 1950. La técnica ffrr se aceptó internacionalmente y se consideró un estándar. Yo aún busco ejemplares hoy en día, para disfrutarlos con calma".

Otro amigo, también catalán, Juan Crous, me advierte (sic): "Como el disco es del año 1954, será monofónico. Deberás conseguir un plato con fonocápsula mono, pues la estéreo lee tanto la componente lateral como la vertical, y en un disco monoaural la grabación es sólo lateral (la aguja grabadora solo vibró de izquierda a derecha, no de arriba a abajo)". 

PS Ayer por la noche, después de cenar a las 20.15, me trasladé a la buhardilla donde Álex tiene su "atelier", o estudio personal, con sus inventos y artefactos, para escuchar, con un giradiscos monoaural Phillips de finales de los cincuenta o principios de los sesenta, con cápsula monofónica, "Sinfonía antártica": impresionante, la audición, con un amplificador de los años sesenta, el primero transistorizado de la casa (Álex tiene el amplificador de válvulas pendiente de recibir una válvula de Rusia, que viene con retraso, por mor de la guerra) 

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