Hoy, festividad de San José Obrero, y sesenta aniversario de la presentación oficial del Súper8 en IPEX de Nueva York, antes de dirigirme al gimnasio de la Sociedad Deportiva Hípica (por prescripción médica), el día arrancó bien temprano y con aroma a fílmico. Ahora estoy en el laboratorio, en una de esas tareas que muchos no pueden entender, pero que para mí siguen siendo esenciales: la extracción de película caducada Fujifilm prepistada de cartuchos de Single-8.
En este tipo de sistema fílmico, lejos de desecharse nada, todo es aprovechable. Los cartuchos, una vez vaciados con el debido cuidado, los reutilizo recargándolos con película fresca de Kodak. Esa es, sin duda, una de las grandes virtudes del sistema Single-8: su diseño, desde el origen, favorece la reutilización sin generar residuos innecesarios. Un gesto técnico y ecológico al mismo tiempo.
Además, esa misma película prepistada —con base de poliéster— me resulta ideal para registrar sonido en ambas pistas. Así, aunque no sirva para filmar, tiene una segunda vida a la hora de afinar cabezales, realizar pruebas en proyectores sonoros y ajustar moviolas.
Antes de encerrarme entre bobinas y químicos, me reuní con Javier a primera hora de la mañana. El objetivo: recuperar mi vieja cuenta de YouTube, aquella que abandoné hace ya unos quince años, frustrado ante su mediocre compresión de vídeo de los originales fílmicos. En aquel entonces, Vimeo se erigía como el auténtico refugio para quienes trabajábamos con material de origen cinematográfico. A día de hoy, aunque Vimeo conserva su superioridad técnica en ese aspecto, ha perdido mucha presencia y difusión. Por ahora no conseguimos revivir la cuenta antigua de Youtube, así que hemos creado una nueva. El siguiente paso será encontrar la manera de eliminar la anterior para no duplicar contenido.
Más tarde se pasó Álex por el laboratorio para hacer una prueba con una cámara Fuji PX300, antes del viaje que emprenderá mañana rumbo a Londinium, para recoger en mano un glorioso Fujicascope SH30 que le vende un jubilado de Kodak, y que, con el Brexit, y aprovechando una oferta le trae mas a cuenta traerlo en persona. Una jornada entre emulsiones vencidas, nuevas aventuras digitales y cámaras que aún zumban como en los viejos tiempos. Así transcurre otro capítulo en este mundo que gira a 18 fotogramas por segundo.
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