lunes, 22 de diciembre de 2025

ZARA ZC: 50 ANIVERSARIO, SÚPER-8 Y CREPÚSCULO

El 19 de septiembre, al atardecer, mi madre se quedó en el coche, disfrutando tranquilamente viendo pasar a la gente, mientras yo filmaba los alrededores de la Cúpula del Monte de San Pedro. En su interior se mostraba la impresionante instalación audiovisual conmemorativa del cincuenta aniversario de Zara, una experiencia artística que ha sabido establecer un diálogo entre la ciudad,  el océano que la abraza y la empresa textil.


Tras dejar a mi madre cenada en su casa, regresé al monte de San Pedro con el crepúsculo ya avanzado, esta vez acompañado por Javier. Allí, con mi inseparable ZC1000, tan veterana como Zara —ambas con medio siglo de vida—, filmé algunas de las tomas que más aprecio del cortometraje.


Utilicé película inversible Fujichrome Astia 100, cortada artesanalmetne desde película de diapositivas de 35 mm a tiras de Súper-8, para ser recargadas en cartuchos de Single-8: un sistema oficialmente difunto, pero que sigo manteniendo vivo desde La Coruña, a base de paciencia, tijeras, perforadora y fe en el cine fotoquímico.

Para los interiores de la instalación recurrí a Kodak Vision 500T, y añadí también unas pocas tomas con la diminuta Fujica P2, equipada con un complemento ultra granangular Voigtländer.

Durante semanas fui posponiendo el revelado. No por desidia, sino por algo mucho mejor: dedicar cada día más tiempo (gozoso, consciente, agradecido) a mi madre. El cine podía esperar; ella no.

Finalmente, este fin de semana,  con Álex libre tras terminar sus exámenes de ingeniería, llevamos a cabo el revelado. Volvimos a apoyarnos en su ya mítica libreta secreta, esa guía minuciosa que nos acompaña cuando trabajamos con material delicado y poco predecible. No era un reto menor: la Astia llevaba caducada unos tres lustros (la Kodak Vision, por fortuna, era fresca). Todo salió bien.

Esta misma tarde estoy montando la película. Esta noche escribiré el guion. Mañana grabaré la locución. Y, Dios mediante, el cortometraje estará listo para difundirse en Internet en Nochebuena o en Navidad.

Será entonces cuando este pequeño filme en Súper-8, nacido entre crepúsculos, emulsiones y esperas silenciosas, se convierta también en un homenaje a mi madre, que aparece en él, como tantas veces en mi vida: sin hacer ruido, acompañando.

El título que barajo: ZARA ZC: 50 ANIVERSARIO



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