Un pequeño paquete me llegó ayer de Estados Unidos, a punto de marchar de la oficina, enviado por el bueno de Jack Rizzo (amigo que fuera del llorado Charles G. Vesce, de Golden Era Films). En su interior, un cartoon que he buscado durante años: "The Tell-Tale Heart", producido por Stephen Bosustow para la U.P.A. en 1953 bajo la dirección de Ted Parmelee, con diseño de Paul Julian y la narración, asombrosa, de James Mason.
Aunque hoy en día se puede ver casi cualquier obra audiovisual por Internet, nada hay como disfrutarla en pantalla grande proyectada en su soporte cinematográfico original. ¡¡¡Llevaba décadas buscando este título!!!, en una versión a la que no le faltara metraje y estuviese bien de color, ya fuera en Súper-8, 16 mm o 35 mm, por lo que el título que positivo inmaculado que tuve la suerte de obtener es una delicia: nada menos que en 16 mm, poliéster y LPP, el sueño de cualquier cineísta, pues estas últimas características garantizan su inalterable conservación no sólo durante décadas, sino durante centurias.
¡¡¡No llegó a tiempo para el aniversario de Poe, el pasado 7 de octubre, pero sí lo hace para Samaín!!! (que es como los gallegos llamamos a Halloween). Esta mañana, lo primero que hice, al llegar a IB Cinema, fue visionarlo con un Elmo AL de sobremesa, equipado con el glorioso 35-65 mm fabricado por Kern, raro en este aparato, pero que suelen traer de origen muchos Fumeo. ¡Lo que disfrutarían, hoy, Patrick Muller y Marc Martí!!! en IB Cinema. Al término de la jornada, se lo proyectaré a Alex López, la sola otra persona de Galicia en condiciones de poder valorar este trabajo en su gloria fotoquímica.
Lo mas gracioso de todo es que este título, en emisión infantil a principios de los setenta en España, en Gran Bretaña, durante la época de su estreno, fue clasificado X.
En su día, en televisión, la cabecera del cartoon, que podemos ver en el vídeo de la proyección grabada con el móvil, estaba cortada, como, posiblemente, también que parte del metraje (pues condensaban esta clase de cartoons a unos cinco o seis minutos). ¡Aun así, la impresión me acompañó de por vida!
Aquella versión televisaba estaba doblada en español neutro pero nos encontramos con un trabajo que, para poder valorarlo en toda su plenitud, hay que escuchar en versión original con esa espeluznante narración de James Mason que realza los dibujos expresionistas de una obra que relata el asesinato que comete un narrador protagonista desconocido y su ulterior caída a un esquizofrénico sentimiento de culpa.
Se dice que el cartoon fue concebido para su exhibición estereoscópica, en boga a principios de los cincuenta, pero es un hecho del que no hay constancia. Lo que sí es cierto es que estuvo nominado al Óscar (que perdió frente a una producción en CinemaScope de Walt Disney).
En el célebre libro publicado por mi amigo Jerry Beck, basado en encuestas a miles de trabajadores del mundo de la animación, "The tell-tale heart" ocupa el vigésimo cuarto lugar de los mejores cartoons de la historia del cine. Los negativos se encuentran preservados en la Librería del Congreso de los Estados Unidos por ser una obra culturalmente significativa.
Qué tesoros tienes y qué alegría que vayas compartiendo fragmentos, detalles y anécdotas por aquí. Quizás esos filmes sobrevivan a estos comentarios, pero en este mundo digital interconectado, más de uno nos asombramos y disfrutamos de lo que nos ofreces. MIL GRACIAS
ResponderEliminar¡Gracias, querido amigo! Recuerdos a tu encantadora esposa.
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