Es una tarea largamente postergada, aunque empecé hace ya algún tiempo: ordenar la Cinemateca IB Cinema, con sus miles de bobinas en 35 mm, 16 mm, 9.5 mm y Súper-8, y, de paso, toda la nave, en una labor que no es "moco de pavo" pues son 700 m2. Poner orden a este caos llevará tiempo pero piano piano, si va lontano, que se dice en Italia.
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En primer término, en blanco, los negativos de "Odisea en Groenlandia", con las nuevas cajas aireadas concebidas para la conservación de triacetato a largo plazo, sin síndrome de vinagre. |
Siguiendo los consejos de Nena, comencé por mi escritorio, sumergido en torres de papel. Ahora estoy con los negativos de todos las obras rodadas de 2010 en adelante: terminando con "Odisea en Groenlandia", "Elegía al plumacho", "Bo e xeneroso" y "Peter Lindergh: unfilmed stories", opus que se encuentran en fase mas o menos avanzada de montaje.
Hoy hablé con un director digital, respecto a la programación de su último largometraje y, pese a ser una producción independiente, me comentó: "eso lo lleva el productor". Esa no es mi filosofía; mi forma de ver el cine es narrado con película y ésta concebida como una artesanía, no como una salchicha: el director debe estar implicado en todas las fases del film, desde el guión, la filmación y el montaje, hasta la distribución, venta y exhibición e, incluso, el archivo, siguiendo las premisas del manifiesto CINE DOGMA 2020 (pulsar para leer), que subscribo totalmente.
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