lunes, 30 de diciembre de 2024

FUMEO 9271 Y SU CONCEPCIÓN ECOLÓGICA: REPARACIÓN DE CORREA METÁLICA DE LOS BRAZOS

Algunos proyectores Fumeo de 16 mm  no llevan ninguna clase de correa, como es el caso del VI para largometraje. La gama mas reciente,  de la que forma parte el 9271, lleva tres correas: una de goma, en el motor, que dura años y siempre avisa con meses de antelación antes de su rotura (patinando o "golpeteando", por ejemplo) y las dos metálicas de cada brazo, que van a la vista, por la parte posterior. Este sistema es compartido por muchos modelos Fumeo de Súper-8, como el codiciado Fumeo 9119.

Fumeo 9271 Vatican

A algunos este sistema, de correa metálica a la vista,  no les gusta, pues lo consideran arcaico, pero, según mi esperiencia, no lo hay mejor para un uso profesional. 

Se corta el extremo de la correa metálica, eliminando el gancho dañado

En otros proyectores, con correas de goma en el interior de los brazos, en caso de rotura, el brazo queda bloqueado e, incluso teniendo una correa a mano, hay que suspender la función. 

Con unos alicates, se va dando forma a un nuevo aro

No hay sesión que cancelar con los Fumeo: la rotura de alguna de las dos correas metálicas no traba el mecanismo, sino que el eje del brazo queda "loco",  y la bobina,  ya sea en el brazo receptor como  el suministrador, puede seguir girándose con la mano sin que los espectadores noten nada.

Un nuevo gancho se hace en menos de cinco minutos

Por otra parte, en los Fumeo con este sistema, no hace falta comprar una correa nueva, sino que, tras cortar el anillo roto, se dobla el extremo con cuidado para dar forma redondeada a un nuevo enganche y ¡presto! habemus correa para otros 25 años. Para ello, hay que seguir los pasos según se indica en las fotografías que ilustran este artículo. Con el nuevo aro hecho, se pasa la correa por su recorrido en el proyector y, finalmente, se enganchan los extremos.  La firma milanesa del señor Bianchi fue una pionera de la mentalidad ecológica aplicada al diseño industrial: longevidad eterna, con cero residuos, es lo que ofrecen los proyectores de cine Fumeo, manteniendo siempre la máxima operatividad.

Una vez hecho, primero se coloca la correa y, por último, se enganchan los dos extremos

Una ventaja adicional de este sistema de correas metálicas en los brazos, para archivistas que tenemos que custodiar legados en triacetato, es que, como a veces hay que lidiar con material fílmico con el soporte ligeramente degradado, al que conviene de vez en cuando bobinar al revés, esto se consigue fácilmente, aprovechando una proyección, dando una vuelta al cable metálico de tracción de la bobina receptora: la bobina gira en sentido contrario y es posible enrollar con la película volteada, con lo comba invertida.


Correa lista para otros 25 años



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