Este fin de semana, Dios mediante, me dispongo a montar el cortometraje en Súper-8 “Los Statler y Waldorf de La Coruña”, pero no como Dios manda, sino como Santa Teresa de Jesús inspira. Porque esta vez, amigos, el ritmo del montaje será divino, literal y milimétrico.
Sí, han leído bien: cada plano será medido con un metro que reproduce la longitud exacta del brazo incorrupto de Santa Teresa de Jesús. Ni más, ni menos. El metraje de la mayor parte de los planos corresponderá a la longitud del santo brazo (o a sus múltiplos y submúltiplos, que para algo existe la matemática celestial).
La razón de semejante liturgia fílmica es que, durante el rodaje, decidí invocar la protección divina de Santa Teresa, y así resultó todo bien, cuando presagiaba que todo debería haber salido mal.
Y cuando digo todo, es TODO:
1) La película usada empleada fue la Kodak EXR 50, una emulsión que jamás existió para Súper-8, a partir de restos de 35 mm (literalmente).
2) Caducada hace 25 años;
3) Cortada y reperforada artesanalmente por el Miguel Ángel del Súper-8 ucraniano Viktor Supereight, utilizando una máquina íntegramente diseñada y construida por él. Reperforar película virgen de Súper-8 con precisión y sin veladuras es una hazaña que falla hasta en fábricas, pero… ¡milagro!: salió perfecta.
Superado eso, el material virgen aún tenía que salir de una Ucrania en guerra y llegar hasta los confines de Europa, mi ciudad de La Coruña, en Galicia, el Finisterre del Súper-8.
Nueva ocasión para que el proyecto naufragara como la Armada Invencible.
Pero no: llegó en paz, sin aduanas diabólicas, sin daños por los rayos-X: ¡otro milagro!
Después vino la parte temeraria: cargarla en un único cartucho de Single-8 y revelarla aquí
—sin experiencia previa con este tipo de emulsión-, empleando una fórmula arcana que encontró Álex en un viejo libro norteamericano. De nuevo, lo improbable sucedió: todo salió bien.
Tras tantas circunstancias milagrosas, ¿cómo no voy a montar la película siguiendo una medida sagrada? Es lo mínimo.
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| La Kodak EXR50 cargada en la ZC1000 |
UN MONTAJE CON GRACIA (DIVINA).
No puedo dedicar al montaje mucho tiempo por motivos familiares, así que tardaré unas dos semanas en concluirlo. Pero sospecho que el resultado hará reír incluso a los mismísimos Statler y Waldorf desde su palco celestial.
Y si alguien duda de los milagros, aquí está la prueba: una película imposible que no debía impresionar nada, funcionó. ¡¡¡Gracias, Santa Teresa!!! Prometo proyectarla con incienso si hace falta, para éxtasis de todos los espectadores.
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| Fotografía con película Kodak Plus |



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