El cine en celuloide sigue vivo en la Escola de Imaxe e Son de La Coruña, que, al igual que los mejores centros de formación cinematográfica en EE.UU., ha incorporado prácticas en fílmico con Súper-8 . Pero aquí, la experiencia va un paso más allá: no solo rodamos con emulsión inversible Kodak Ektachrome, sino que también revelamos la película en nuestro propio laboratorio, en lugar de enviar el rollo a un laboratorio comercial allende nuestras fronteras.
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Una de las alumnas, encuadrando con la Bauer |
🎥 1. Una estética única e irrepetible
El grano, la textura y los colores del Súper-8 son inimitables. A diferencia de la perfección digital, la imagen analógica tiene un carácter orgánico, cálido y nostálgico , evocando el cine de otras épocas. La práctica "Lumière" permite que los alumnos vean el resultado de su rodaje directamente proyectado en pantalla grande , disfrutando de un original físico en lugar de una simple copia digital.
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Filtro 80A para rodar con película de luz de día con iluminación de tunsgteno |
🎞️ 2. La gran paradoja: las limitaciones como motor de la creatividad
El Súper-8 impone reglas que potencian la creatividad . Con un cartucho de solo 15,25 metros de película (aproximadamente 3 minutos y 20 segundos a 18 f.p.s.), los estudiantes deben planificar cada toma con precisión quirúrgica , lejos del "grabar y borrar" digital. Esta restricción fomenta un enfoque más reflexivo y meticuloso, acercando el cine a su esencia más artesanal.
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La versión Mark II de la Bauer C900 permite la selección de sensibilidad manual |
🏛️ 3. Valor cultural: preservar el legado del cine analógico
En una era de cambios tecnológicos vertiginosos, el Súper-8 representa un puente con el pasado del cine . Para muchos, es la única forma accesible de trabajar con película sin recurrir a formatos más costosos como el 16 mm o el 35 mm. Una práctica como la "Lumière", de la Escola de Imaxe e Son, ayudan a las nuevas generaciones a comprender y valorar el cine como un arte tangible y físico.
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Práctica Lumière |
Lejos de desaparecer, la película analógica está viviendo un renacimiento en un mundo digitalizado. Kodak ha relanzado cámaras y emulsiones de Súper-8, debido a que la demanda sigue creciendo. Mientras los sistemas de vídeo de los 80 y 90 han quedado obsoletos, el Súper-8 ha resistido el paso del tiempo, manteniendo su aura de autenticidad.
⏳ 5. El deseo de autenticidad y desconexión digital,
En un mundo impersonal, el Súper-8 ofrece una experiencia radicalmente distinta: filmar sin saber el resultados, sin ediciones instantáneas, sin automatismos. Cada decisión cuenta: desde la medición de la luz hasta el revelado manual. Esta inmersión en el proceso cinematográfico convierte la práctica "Lumière", de la Escola de Imaxe e Son, en una experiencia artística completa, en la que cada paso es una lección sobre la esencia del cine.
📌 Mañana: el laboratorio
La aventura no termina aquí. En la próxima sesión, tres alumnos seleccionados tendrán la oportunidad de revelar su propia película en nuestro laboratorio en La Coruña , algo único en España, donde las emulsiones inversible solo se procesan comercialmente en el extranjero.
La magia del celuloide sigue viva… y nosotros la mantenemos en marcha.