MEMENTO: MEMORIA EN POLAROID

Este fin de semana tuve la ocasión de proyectar "Memento", el largometraje dirigido por Christopher Nolan sobre un guión de su hermano. La primera escena, en la que el espectador ve como la imagen de una fotografía Polaroid se desvanece hasta desaparecer (si bien la mano que agita la foto, para que se extiendan internamente los líquidos de revelado, vaya en tiempo normal), es toda una declaración de principios preavisando que, narrativamente, se encuentra uno ante una obra lejos de ser convencional.
Y es que este revelado Polaroid plasmado parcialmente con el tiempo invertido es una especie de alegoría del sorprendente recurso narrativo de la película: está contada desde el final hasta el principio, estructura que exige del espectador una cierta implicación y, posiblemente, más de un visionado. 

Aunque resulta confusa, por estar alejada de los cánones narrativos habituales, este tipo de estructura se encuentra en “Memento” bien justificada pues el protagonista, Leonard, sufre un tipo de amnesia que, aun conservando memoria para realizar las cosas, le impide recordar nada de lo que le va aconteciendo una vez transcurridos un par de minutos. Leonard sufre esta rara amnesia desde que su esposa fuera violada y asesinada, lo que le obliga a fotografiar toda su vida con Polaroid, tomar notas constantes que, incluso, tatuarse frases con determinados avisos o recuerdos.
"Memento” presenta dos estructuras narrativas montadas de forma paralela a lo largo de la película. Una de ellas se encuentra narrada de manera lineal, en blanco y negro. La otra es en color y no sólo se sirve de la inversión del tiempo, sino de otra clase de recursos, como la analepsis (flashback) o la frecuencia repetitiva de ciertas escenas.
Según el nivel narrativo, "Memento" presenta una narración extradiegética aunque con ciertas subnarraciones de nivel intradiegéticos e, incluso, una metalepsis.
Aunque la película pueda parecer una especie de ejercicio sobre recursos narrativos, como parte de algún curso de guión cinematográfico, lo cierto es que, gracias a ellos, los hermanos Nolan consiguen que un sorprendido espectador vaya comprendiendo la historia al mismo tiempo que Leonard avanza en su investigación sobre la muerte de su esposa.