En los viajes en avión, siempre requiero a las autoridades el control visual de la película para evitar los Rayos X. Las emisiones Roentgen de las nuevas máquinas son bajas pero su efecto sigue siendo acumulativo, con los perniciosos efectos en caso de tener que atravesar varios puestos de seguridad.
Para hacer mas espacio, los cartuchos de película virgen los transporto fuera de sus cajas, lo cual, ahora, genera un problema.
Hasta hace unos pocos años, las bolsas de Kodak eran de su color corporativo y con su marca orgullosamente grabada.
Actualmente, en esta época miserable de ahorro de costes que nos ha tocado vivir, son simplemente bolsas blancas, las cuales son muy sospechosas para la policía, muy especialmente cuando, antes de hacer el equipaje, hay que marcarlas con el tipo de película con unos códigos escritos a mano que resultan enigmáticos para los responsables de seguridad (Tri X, 7294, V500, etc), pero necesarios para los cineístas, especialmente como uno, que tiene la costumbre de filmar con todo el portafolio de Kodak.
Un Guardia Civil, en el aeropuerto de mi ciudad, me dijo: "Usted me dice que lo que contienen estas bolsas son películas. Pero, ¿como se que es cierto? No veo mas que bolsas blancas". Tenía razón, el buen agente. Al final, abrió dos bolsas al azar y accedió a pasar todos los cartuchos sin atravesar el control de Rayos X.
Por nuestra tranquilidad, sería muy de agradecer que Kodak volviese a imprimir las bolsas no sólo con su marca, sino indicando el tipo de emulsión: no sólo se evitaría. de este modo, viajar con las cajas, sino que, también sería de gran ayuda, en el rodaje, para identificar de forma rápida el tipo de película a cargar en situaciones como los documentales de naturaleza, donde impera la celeridad y a menudo el cineísta trabaja sin ayuda.
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