Hace unas semanas que, después del trabajo, estoy dedicando una hora diaria a revisar toda la filmografía de Tex Avery, en 16 mm (de sus diferentes etapas, Warner, MGM, Universal y Hanna-Barbera), labor que, además, me sirve para actualizar en la base de datos el estado de conservación de los positivos, muchos de los cuales son originales que superan con creces el medio siglo, teniendo el cuenta factores como degradación de color, Síndrome del Vinagre o estado de los empalmes.
Para tan descomunal tarea, empecé sirviéndome de los proyectores portátiles mas acreditados: el Elmo AL, tan venerado en los Estados Unidos; el Bauer P8 Professional, joya de la ingeniería alemana; el Hokushin SC10, con su asombroso mecanismo de enhebrado robótico; y el italiano Fumeo 9271.
Al final, he descartado todos a excepción del Fumeo 9271, por las siguientes razones:A) Los de enhebrado automático, como el Elmo AL y Bauer P8, no me permiten cargar las películas sin haber retirado la pegatina del laboratorio original, algo que en su día no tenía valor, pero que hoy es un elemento de culto. Tampoco pasan bien las películas con su soporte contraídos, como son algunas con Síndrome.
B) El Hokushin no necesita cortar la cola de inicio, pero tampoco proyecta correctamente películas con el soporte alterado. El rebobinado es, como en los anteriores, muy lento
C) Sólo el Fumeo 9271 es capaz de cumplir mis requerimientos:
1) Con el Fumeo, no se necesita cortar la cola de inicio pues enhebra manualmente, en cuestión de segundos. También se desenhebra en nada de tiempo, a mitad de proyección, para, por ejemplo, rehacer un empalme defectuoso.
2) Con el Fumeo, la película se rebobina a toda pastilla: supone un adelanto tremendo cuando el material es ingente, como en este caso.
3) En el Fumeo, su crono es de fácil acceso y muy conveniente para limpiar.
4) En el Fumeo, con la lámpara en posición de baja intensidad, ¡dura cientos de horas!
5) Este Fumeo 9271 tiene lectura de sonido óptico mediante Láser Scan, de forma que no tengo que preocuparme por el consumo de la excitadora, cada vez mas caras y que, desgraciadamente, ya no se encuentran en mi ciudad.
6) El Fumeo pasa sin problemas película cuyo soporte se ha contraído fruto del síndrome del vinagre.
Y 7) El Fumeo es capaz de hacer frente a este uso intenso sin la menor incidencia, con una ventaja fundamental para el archivista: trata las películas de forma tan delicada como lo haría una geisha. Para este propósito, como para otros, no hay proyector mejor que el Fumeo.
Sería interesante una página Fumeo con información de proyectores de esa marca.- actualmente en servicio, o en manos de coleccionistas.
ResponderEliminarHola ignacio.
ResponderEliminarSi necesitas lamparas excitadoras yo tengo bastantes.
No se el precio que piden por ellas.