Una de las cosas que mas valoro de los proyectores de cine Fumeo, amén de su trato exquisito a las películas, es que, para un uso profesional, nunca "te dejan tirado". Con cualquier otro portátil de 16 mm, la rotura de las correas internas de los brazos, dentadas de goma, bloquea el mecanismo, y obliga a suspender la proyección.
En los Fumeo de 16 mm halógenos las correas, metálicas, van a la vista. Si rompe, no es necesario interrumpir la proyección. Se saca la correa a mano, en dos segundos, sin necesidad de interrumpir la exhibición, y se acompaña la bobina con la mano hasta el final de la sesión.
Lo mejor de todo es que, después, ¡¡¡no es necesario comprar ninguna correa!!! Con unos alicates finos, se hace en el extremo roto la forma de un nuevo enganche ¡y presto!, correa lista para funcionar varios años mas. No hace falta acudir a un técnico para colocarla: simplemente hay que seguir el diagrama que viene en el libro de mantenimiento (o bien, el sentido común).
Estoy usando dos Fumeo 9271 para revisar toda la filmografía de Hugh Harman y Rudolf Ising, tarea a la que procuro consagrar una hora diaria (en mi tarea de confeccionar la base de datos de animación de la Cinemateca IB Cinema).
Esta excepcional pareja de animadores, que empezaron con Walt Disney en los tiempo de Kansas City, crearon Merrie Melodies y Looney Tunes para Leon Schlesinger, de la Warner, para inmediatamente después fundar el departamento de animación de la MGM.
Reviso ahora este trabajo suyo, de 1934, en Technicolor de dos matrices (las tres matrices, en ese entonces, era una exclusiva de Walt Disney, en el mundo de la animación), que, debido a los estereotipos étnicos, no se puede emitir por televisión.
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