sábado, 16 de diciembre de 2017

EL MARAVILLOSO MUNDO DE LAS DIAPOSITIVAS DE 35 MM

No hay técnica fotográfica que me satisfaga más que la proyección de diapositivas de 35 mm. Con emulsiones de calidad, objetivos con buen rendimiento y un proyector potente, como el Fumeo Xenon 500 (el más poderoso jamás fabricado en Europa), los colores parecen sobrenaturales, con una definición inaudita que ofrece, a la vez,  textura orgánica,  lejos de la frialdad extrema de la imagen digital. 
El uso de la diapositiva, o sea, no de película negativa sino inversible (que proporciona una imagen positiva única tras su revelado), tiene, además, un valor artístico: 
la diapositiva que se proyecta estuvo físicamente en el sitio en el que se disparó. Además, la técnica inversible exige demostrar una serie de conocimientos, pues la imagen obtenida no permite la manipulación a posteriori (salvo si se reproduce digitalmente) 
y hay que afinar la exposición al máximo (la latitud de las películas inversibles no excede el medio diafragma y uno no puede comprobar el resultado hasta después del revelado).
El Fumeo Xenón 500 es una conjunción entre una linterna de xenón 500 ¡de proyector de cine! y un proyector Kodak Carrousel en una locura tan descomunal que sólo podía haberse pergeñado en el país madre de nuestra cultura, la genial Italia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario