En la época de la edición del folleto, la cámara reina del sistema Single-8 era la Fujica Z600. ¡Qué bien terminada se encuentra! Cada ciertos años, la abro solo para deleitarme con sus acabados, concebidos en una época en que los fabricantes estaban orgullosos de sus productos, que diseñaban para durar. De esta cámara, se destaca, entre otras virtudes, que su diafragma es de laminillas circular.
Presenta, el folleto, la entonces novedosa Z450, la primera cámara de cine del mundo con fotómetro de silicio. Un día contaré mi vinculación a este modelo, que hoy resumo: desde los once años crecí viéndolo en el escaparate de la farmacia ccoruñesa López Castro, enfrente del Casino, hasta que me fuí a la universidad en Barcelona. Ya a finales de los ochenta, establecido de nuevo en mi ciudad, entré en esa farmacia a comprar un medicamento y pregunté por la cámara: ¡resultó que en esos casi veinte años no la habían vendido!, de forma que la adquirí a precio de liquidación. ¡Qué feliz me hicieron! Actualmente, la conservo en una vitrina.
Dedica, el opúsculo, una página completa a exhortar las virtudes de la minúscula C100, en su momento la cámara de S8 mas diminuta del mundo y que recuerdo se vendía en varios colores. Fue el primer modelo que Fujifilm comercializó pensando en las mujeres y los jóvenes.
Pero lo que mas me agrada ver es la recordada película Fujichrome RT50 que, en España, dejó de estar disponible a mediados de los setenta, cuando fue sustituida por la RT200. Una pena, pues la RT50 era muy útil, por ejemplo, para filmar con luz de tungsteno (por ejemplo, animación), sin grano visible. Muy buena emulsión, como las dos de blanco y negro, de 50 y 200 ASA, que también dejaron de venderse, pese a su excelencia, cuando Fujifilm ofreció la posibilidad de revelar como blanco y negro sus películas de color Fujichrome R25 y RT200, con una entonces nueva formulación y revelado.
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