lunes, 12 de febrero de 2018

IB CINEMA: ENTRE EL AMIANTO, EL RADÓN Y EMANACIONES PEORES

A mediados de los años noventa, cuando nos trasladamos a nuestra actual ubicación, en la última finca del ayuntamiento de La Coruña (si cruzo la calle, al Café Bar La Artística, me sirven café en el vecino municipio de Arteixo), tenía mucho miedo que la nave, por encontrarse cerca de la planta de tratamiento de residuos de Nostián, fuese una especie de madriguera para ratones, arañas y cucarachas.
Pronto, quede muy contento pues ni el mas diminuto de los bichejos se deja ver por aquí, ni siquiera hormigas o simples moscas.
La explicación a la ausencia de cualquier tipo de vida, excepto la humana, es que estos confines del ayuntamiento coruñés se encuentran entre la Refinería y la Planta del Gas, en el lugar industrial mas horrible jamás producido por la civilización occidental, con las chimeneas siempre emitiendo sabe Dios que compuestos químicos (luciferino azufre, dióxido de carbono...), contra lo que nada cabe hacer pues, de ambas plantas químicas citadas, proceden miles de sustentos de familias de nuestra ciudad.

SOBRE RADIOACTIVIDAD.
Sabiendo que la nave se había construido sobre granito, hace unos años se me ocurrió analizar el aire del sótano; mis temores  se vieron confirmados: del subsuelo surgían emanaciones del gas radioactivo y cancerígero radón, de forma que tomé la determinación de rellenar el sótano y trasladar el plató del rodaje, mucho mas grande,  a  la nueva entreplanta: costó esfuerzo aunque eran momentos de abuntantes contrataciones y liquidez;  la nave pasó a disponer de algo más de 700 cuadrados y nos vimos libres del radón, tras el sellado de los pilares.
POLVILLO DE AMIANTO.
De un tiempo a esta parte, en las tres oficinas mas antiguas de IB Cinema, en la parte antigua de la entreplanta, comenzamos a notar que había mas polvillo que en el resto de la nave. Consultado ese gran arquitecto que es Antonio Deus, su diagnóstico fue que el falso techo de esa zona antigua, con mas de 25 años, se estaba descomponiendo. Lo peor de todo es que, entre los compuestos de ese tipo de material, ¡se encuentra el amianto!, también cancerígero. Y su cambio era urgente pues la degradación no sólo era irreversible, sino que iba a mas.
EL INFIERNO: MAS SALUDABLE
Entre el polvillo de amianto, el radón, el azufre y el dióxido de carbono ¡no me extraña que ni una mosca revolotee por aquí! Seguro que Lucifer respira, entre llamaradas,  un aire mas sano que el nuestro.
Como no queda otra que cambiar el falso techo, la semana pasada, durante varios días, estuve trasladando todo lo que se podía mover (en programación,  sala de montaje y de proyección), a las oficinas de la zona nueva. 
Con la ayuda de Marcos, pude mover el Fumeo de 2000 W de xenon, de 16 mm, pero el de 35 mm, instalado en su día por el llorado Benjamín Jartín (¡fue el proyector de cine de la Compañía de María!), tuvo que quedar en el sitio, pues se encuentra anclado al suelo.
Ahora,  los obreros, liderados por Rubén Millet (a quien conozco desde hace años), se encuentran cambiando el falso techo. Tecleo estas líneas desde las oficinas nuevas, entre un desorden de aparatos cinematográficos:  pese a estar todo cerrado, se cuela un fino polvillo, ignoro por donde,  con toda la manipulación por parte de Millet. ¡Limpiar semejante estropicio va a ser una tarea ciclópea!, al igual que colocar todo en su sitio.
Pero, en esta época de crisis, son cosas que no queda mas remedio que hacerlas uno mismo. Amigos, si queréis vivir tranquilos, no seáis autónomos (al menos, en España).

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