ECCE HOMO EQUINOCCIAL: ESTRENO MUY PRONTO

En una o dos semanas subiré, a mi canal de Vimeo, el documental "Ecce Homo Equinoccial" que inmortaliza un hecho histórico: nada menos que el estreno de una nueva imagen en la Semana Santa coruñesa, justo el primer día de primavera.

Dado la temática, no quería una emulsión con unos colores saturados ni brillantes, de forma que descarté la gama negativa Kodak Vision o las inversibles Fujifilm Velvia o Provia. ¡Claro que, en digital, podría desaturar el color! (y en fotoquímico negativo, etalonar al gusto ¡si contásemos con algún tipo de ayuda!).
La mejor opción artística, para un trabajo realizado en plan francotirador, era filmar con la AGFA Aviphot, de Gevaert, película inversible (mal traducida como "reversible", y que es una emulsión que, tras el revelado, proporciona un positivo listo para su proyección directa). Uno de los rasgos distintos de la Aviphot son sus colores apagados marronáceos --casi vetustos, diríamos--. Algún director de fotografía me dijo que con la Aviphot ¡no podría rodar en anamórfico--, dado su grano desmesurado y su definición más "blanda".
Pues lo he hecho, y el resultado merece la pena.

Ya referiré el proceso en otro momento pero rodar con película de Súper-8 en cartuchos de Single-8 y en anamórfico significa:
1) recargar cada cartucho con dos minutos de película en cuarto obscuro;
2) enfoque a "ojímetro";
3) grabar el sonido con un magnetófono separado. Hasta aquí, todo sin ayuda.
4) Después, revelar la película;
5) montarla a mano (cortando y pegando, a mano),
5) digitalizarla y, con la ayuda de mi amigo Víctor Galdón, afinar la edición en digital (¡pues el monitor Mac se ve mejor que mi moviola con 50 años!);
6) acto seguido, replicar la "edición fina" en digital al montaje en película;
7) adherir pistas magnéticas,
8) y, finalmente, sonorizar sobre estas, siendo el primer paso la sincronización del sonido directo.

Obliga, pues, el Súper-8, a manejar todas las disciplinas del arte del cine ¡por una sola persona! Por ello, es tan importante que, al igual que lo que ocurre en los Estados Unidos, las escuelas audiovisuales españolas permitan efectuar prácticas en Súper-8. ¡Ahora que hay una nueva cámara Kodak, ya no hay excusa posible!