SONORIZANDO EN SÚPER-8

Estas noches, después de la cena (que termino a eso de las 20.50 horas) y antes de ponerme a leer (23.00), voy escribiendo y sonorizando, al mismo tiempo, dos opus en Súper-8: "Postureo en el cementerio", que ya tengo listo, y "Ecce Homo Equinoccial".

POSTUREO EN EL CEMENTERIO
Rodado con sólo un rollo de película Kodak Plus X (caducada  hace la friolera 25 años), es un recorrido, en menos de tres minutos, por las tumbas de recordados escritores gallegos enterrados en el cementerio de San Amaro. Su destino era una simple prueba para testear no sólo el resultado que podía dar esta desaparecida emulsión, tan añorada, después de un cuarto de siglo pasada de fecha, sino también al mismo tiempo, probar una Bauer C900 del año 1983.

Uno no se atreve a revelar material sensible tan antiguo, cosa que hizo, a modo de reto, mi amigo Marc Martí. Como el resultado quedó tan sorprendentemente bien, decidí aprovecharlo para hacer un mini documental de interés local.

ECCE HOMO EQUINOCCIAL.
Esta es una sonorización mas trabajosa. En primer lugar, el metraje es mas largo y lleva, además de la locución, sonido directo sincronizado, así como música en alguna escena. En Súper-8, se sonoriza en las pistas magnéticas que se pegan en los bordes (dos, pues empleo estereofonía), con un proyector de cine dotado con grabación (en mi caso, el Fujicascope SD25 a cuarzo).
La primera labor es sincronizar el sonido directo, grabado en una cinta de cassette. La segunda, añadir música y algún efecto de librería. La tercera, la locución.
Como cada fase es en sobreimpresión, un error en la locución implica volver a tener que repetir el trabajo de las dos fases precedentes. Ello ralentiza mucho esta labor artesanal, y como, además, me estoy arreglando la boca, me cuesta vocalizar bien.
Veremos lo que puedo avanzar el fin de semana, aunque no creo que mucho, dado que ¡mi hija pasará el fin de semana con nosotros!: los hijos son  lo primero.