Desde hace décadas, y hasta el final de la distribución comercial a escala planetaria en 35 mm, las películas anamórficas de los cines, esas que se proyectaban en formato 2.35:1, venían con un coeficiente de anamorfosis de x2. Por ello, los cines comerciales sólo estaban equipados con anamórficos de x2.
Sin embargo, ciertos creadores del fotoquímico, desde Tarantino hasta otros menos conocidos, con trabajos que bordean la considereación de obras de arte, eligieron para sus opus otros coeficientes anamórficos, siendo los dos más comunes x1.75 y el ahora popular x1.5, del Iscorama, que proporciona mi formato de proyección favorito, de 2:1.
Por ello, entre el equipamiento técnico de una filmoteca seria, como es el caso de la Cinemateca de Galicia/ IB Cinema, no puede faltar el objetivo anamórfico de proyección Panavision con ratio anamórfico variable entre x.175 y x2: con este anamórfico, no hay película en Scope que se quede sin la proyección perfecta en el formato elegido por el director y el productor.
El único inconveniente de este objetivo Panavision variable es su tamaño, ciertamente mas grande que los populares Sankor o Isco Compact, fijos de x2, que se habían convertido en la norma de la industria, antes de que la mierda digital, que diría Tarantino, se apoderase, por mera codicia, de la distribución con estándares que, en la práctica, están en manos de sólo tres compañías, que obligan a actualizar los aparatos de proyección, pagando, cada cierto tiempo.
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