jueves, 23 de marzo de 2017

EL SÚPER-8, ARTE Y TÉCNICA EN "THRESHOLD", DE PHILLIPP PEISSEN, PARA STRAIGHT 8

El festival Straight 8, que se celebra en Inglaterra desde hace casi tres lustros, tiene una premisa muy original: los cortometrajes sólo pueden durar lo que da de sí un rollo de Súper-8 (tres minutos con veinte segundos, si se rueda a 18 f.p.s.) ¡y hay que enviarlos sin revelar!: sin montaje posible, el rodaje debe de planificarse  minuciosamente. El sonido, salvo rarísimas excepciones, se envía banda aparte, para ser sincronizado en directo.
El festival se encarga de revelar la película, de forma que el director y los participantes ¡la ven en el mismo momento que el público asistente!
En España, durante décadas, existió un concurso muy similar, el Festival del Rollo, o algo así creo que se llamaba, y que, si la memoria no me engaña se celebra en Manresa, cuando en la nación española todas las regiones pedaleaba a una (y por eso íbamos para arriba).
PHILLIPS PEISSEN
Una de los opus más esperados de este año, en Straight 8 es "Threshold", que estos días ha rodado el artista y director Phillips Peissen: ¡sólo un alemán podría haber filmado algo con tanta precisión!, pues la película incluye multitud de efectos especiales hechos a la antigua usanza.
¡NO ES AFTER EFFECTS, IDIOTA!, ES MATTE PAINTING
La trama de la película de Phillip Peissen va sobre una persona que desea encontrar respuestas sobre lo que existe después de la muerte. Como no hay montaje a posteriori, todos los planos fueron rodados por orden cronológico. Hasta aquí todo normal, dentro de las obras que concurren en este festival.
Lo grandioso de "Threshold" es que estando la película repleta de efectos especiales, como doble exposición de la película, fondos con retro proyección o, entre otros, cristales con máscaras pintadas (matte painting) cada escena tuvo que ser preparada durante horas, de forma que sólo pudieron filmar 10 o 15 segundos cada día.
El director, durante meses, estudió a fondo las técnicas de efectos especiales clásicas, desde finales del siglo XIX hasta finales de los ochenta del siglo XX (si bien, directores de Hollywood como J.J. Abrams aun las emplean a veces.
Phillip ha filmado la obra con su bien probada Canon 1014 XLS, de hace casi cuarenta años, para rodar con la Kodak Vision 200, el cumbre de la tecnología fotoquímica en negativo.


FOTOGRAFIAS PROPORCINADAS POR PHILLIP PEISSEN

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