Es un fastidio estar, desde principios de los años cuarenta del siglo pasado, fuera de nuestro huso horario: pese a que España es atravesada por el meridiano de Greenwich y, por tanto, tendríamos que vivir con la misma hora que en Gran Bretaña, tenemos la de la Alemania.
Califico este horario de fastidio pues ello implica que, cuando uno sale de casa para el trabajo, a eso de las ocho y poco de la mañana, es noche cerrada. No obstante, a veces la naturaleza tiene alguna pequeña recompensa con nosotros, los mortales sufridores, y nos regala amaneceres tan espectaculares como el de hoy.
Estas instantáneas son digitales, están tomadas por mi móvil, un Kodak Ektra, pero en el maletero del coche, para ocasiones como la de hoy, siempre suelo llevar un par de cámaras fotográficas: una Fujica AX5 negra, cargada con un carrete de película negativa, y una Fujica AX5 plateada, preparada con película inversible (para diapositiva), varias ópticas Fujinon EBC y un pequeño trípode. En verano, cada carrete de 36-38 fotografías me dura un mes, pero en esta época del año un par de meses, tal vez mas: la verdad es que no necesita uno miles de fotografías, como disparan los acólitos del digital, que después nadie disfrutará ni se conservarán para la eternidad.
Este maravilloso amanecer coruñés de hoy, que Tarantino habría filmado en Ultrapanavision 70 y glorioso Technicolor, duró solo unos minutos, los suficientes, sin embargo, para aparcar junto al obelisco Millenium y sacar las dos cámaras de fotos.
Como aperitivo de lo que publicaré en su momento (cuando termine los carretes y los revele), las miserables instantáneas en digital, capturadas con el móvil Kodak Ektra (que para ser un teléfono de gama media, capta muy buenas imágenes: lo recomiendo --especialmente aprovechando alguna oferta de Amazon, como fue mi caso--, en lugar de esas extremadamente costosas birrias coreanas que son bombas incendiarias)
No hay comentarios:
Publicar un comentario