1) Es totalmente automático: sólo se necesita introducir la película en la hendidura de entrada y, sin pulsar ningún botón, la máquina lo hace todo: se pone en marcha, enhebra la película, enciende la lámpara, y al finalizar la proyección no solo la apaga sino también se detiene el proyector.
2) El rebobinado es totalmente automático: el proyector se para cuando concluye.
3) Dispone de un ingenioso dispositivo que, cuando es necesario, se colocar en la bobina receptora, permite ir recogiendo hasta seis rollos de 15 metros (50 pies) tras el revelado, de forma que luego su rebobinado sea automático.
4) Utilísimo formador de bucle automático por un sistema electrónico, muy cuidadoso con la película;
5) Pese a ser automático, tiene dos rodillos dentados (uno antes de la ventanilla y otro después del cabestrante), por lo que es extremadamente cuidadoso con las películas;
6) No sólo cuenta de sonido magnético con lectura en las dos pistas, sino que, además, puede leer también películas con sonido óptico;
7) El presor es metálico;
8) La película se puede desenhebrar manualmente en cuestión de segundos (se accede al crono con facilidad pues la tapa frontal es de fácil apertura, con bisagras).
9) El movimiento de arrastre de su garfio es extremadamente rápido, de forma que permite emplear un obturador con palas de 40 grados para un máximo aprovechamiento de la luz (otros proyectores, muy acreditados, tienen palas de 60 grados); el Fujicascope SD Auto, con la económica, y fácil de encontrar, lámpara de 100 W, proporciona tanta luz como otras máquinas con lámparas de 150 W.
10) Las teclas de gobierno son tipo "piano", electrónicas, con sensor, en lugar del habitual mando rotatario. El vúmetro es también electrónico, con cinco LEDs.
11) Viene provisto con tomas para visor tipo "día" o colocación del soporte anamórfico abatible.
12) Mi versión es la ultra rara "Special". En lugar de traer un objetivo de focal variable de calidad comercial f 1.3, de 15 a 25 mm (el estándar), incorpora la rarísima joya Fujinon f 1.0 de focal fija de 25 mm, con una luminosidad y capacidad resolutiva es incluso mejor que el Kern f 1.1 de 23 mm. Este fabuloso objetivo es del tipo "campo plano", capaz de proyectar imágenes nítidas de extremo a extremo del minúsculo fotograma.
13) Los acabados son muy buenos. Por ejemplo, el tornillo de la cubierta protectora de la lámpara tiene una cabeza moleteada y de gran diámetro que permite manipularla sin destornillador. Me encantan detalles como que el presor metálico del objetivo, en la cara que mira para el objetivo, va pintado de negro, para evitar reflexiones hacia la lente que disminuyan el contraste.
y 14) La fiabilidad de este modelo es suprema. Tengo dos unidades desde 1985. Una de ellas, en casi cuarenta años de uso, sólo necesitó cambiar dos transistores, muy baratos, que regulaban la velocidad. La otra unidad, la encendí tras mas de un cuarto de siglo apagada ¡y todas las funciones estaban operativas a la primera!
El Fujicascope SD Auto, especialmente en su versión "Special", con el Fujinon 1.0 de 25 mm, es un proyector que recomiendo encarecidamente como segunda unidad.
- Nota para la historia: con este objetivo f 1.0 de la versión Special, Luis Cardarso, el dueño de la fábrica de proyectores de cine de 16 mm española LCM, adaptó varios Fujicascope SD Auto con la lámpara HTI250. Con mi amigo Enrique de las Heras, de MóvilCine, llegué a ver una de esas máquinas funcionando, en la fábrica de Luis, antes de que la enviase a un club de cine de Zaragoza: ver semejante torrente de luz, con aquella definición de imagen, saliendo de un aparato tan pequeño, me hizo exclamar "¡Hágase la luz!"
El Fujicascope SD Auto, especialmente en su versión "Special", con el Fujinon 1.0 de 25 mm, es un proyector que recomiendo encarecidamente como segunda unidad.
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