viernes, 16 de diciembre de 2016

SÚPER-8 EN LA ERA DIGITAL: FOTÓMETRO DE MANO PARA CINE, UNA HERRAMIENTA IMPRESCINDIBLE.

Alguna de mis cámaras de cine favoritas son, en 16 mm, de la época del Putsch de Múnich o, en 35 mm, ¡hasta una de las Zeiss Kinamo con las que rodó uno de los operadores de Reifensthal!, cuando Hitler era un demócrata idolatrado por medio mundo. Naturalmente, estas cámaras no llevaban fotómetro incorporado (en la fotografía inferior, mi hija Verónica, hace un lustro, con la Zeiss Kinamo de 35 mm y su asombrosa óptica, para la época, de f 1.4).



En cuanto a 8 mm tipo S, aunque prácticamente todos los modelos incluyeron exposímetro,  considerando que mis cámaras favoritas, la Fujica ZC1000 (con medición semi automática),  de Single-8, o las Bauer A512 o C900, de Súper8,  andan rondando los 40 años, un fotómetro de mano fiable, de fabricación reciente, nunca está de más, muy especialmente considerando que soy un entusiasta de la película inversible de color, que, a diferencia de la negativa, sólo admite un margen de error ¡de medio diafragma! Por otra parte, con la ZC1000, un exposímetro es totalmente necesario en el caso de exposiciones lentas fotograma a fotograma, como la famosa escena de la Luna con la bimilenaria Torre de Hércules en "La noche de San Juan".
Debo aclarar que, ocasionalmente, también hago uso del fotómetro de mano para ciertas  diapositivas con luz conflictiva, cuando uso mi fiel Fujica AX5 de 1985.

LUZ INCIDENTE Y LUZ REFLEJADA.
Una de las ventajas  de los fotómetros de mano modernos es que sus células se encuentran recién fabricadas. Pero la virtud fundamental es que, mientras los exposímetros integrados en las cámaras solo miden la luz reflejada, con un fotómetro de mano es posible medir la luz incidente. Todo ello, lo explicaremos en el momento oportuno.

 
MINOLTA AUTOMETER IV F
Este modelo de Minolta, que adquirí a finales del pasado siglo, no me ha deparado mas que satisfacciones para uso tanto cinematográfico como fotográfico. Lo dejé de emplear pues la esfera difusora para medir la luz incidente es de quita y pon (lo que en los rodajes acometidos en solitario es un boleto para su pérdida),

además de ser mas grande que el Sekonic con el que lo sustituí años después (el tamaño SÍ es importante cuando es uno quien, sin ayuda,  tiene no solo que acarrear la totalidad del equipo, sino ejercer todas las funciones técnicas).

Todavía lo conservo pues valoro ciertas golosinas de su diseño, como el ajuste fino para calibración,  accesible desde el compartimento de la pila sin necesidad de complejas labores de desmontaje.

SEKONIC FLASHMATE L-308S: MI RECOMENDACIÓN.
Si bien el Minolta se ha dejado de fabricar, el modelo Flashmate L-308S de Sekonic, aunque lo adquirí hace unos ocho o diez años, es todo un clásico de la industria nipona pues su producción todavía prosigue. Quienes son los clientes, en estos tiempos de digimerde, no lo se.  A las prestaciones del Minolta (excepto la calibración fina por el usuario), añade, el Sekonic,  un tamaño mucho mas compacto y que la esfera difusora para la luz incidente es deslizante ¡y no se suelta! Resulta además, de precio muy contenido. Para su uso en cine, puede medir, aparte de fotograma a fotograma, a 8, 12, 16, 18, 24, 25, 30, 32, 64 y128 fotogramas por segundo.


CALIBRADOS PARA OBTURADORES DE 180 GRADOS.
Tanto el Minolta como el Sekonic se encuentran diseñados para calcular los diafragmas con un obturador de 180 grados. Si se filma a 220, 160, 150 o 120 grados, como a veces acostumbro -uno que es un maniático,  además, como Fujifilm, de defensor de la cadencia de 18 f.p.s.-, es necesario hacer uso de una pequeña chuleta de conversión que llevo pegada en la parte de atrás del Sekonic y que, descrita con minuciosidad, es objeto de otra entrada en esta bitácora.

IMPORTANTE PRECAUCIÓN CON LA MAYOR PARTE DE LAS CÁMARAS DE S8.
Al usar un fotómetro de mano, debemos tener en cuenta dos factores:
1)SEMIESPEJO; la pérdida de luz del prisma que divide la luz que va para el visor y el exposímetro interno (que en algunas cámaras puede llegar hasta el cincuenta por ciento, lo cual significa que si la película es de 100 ASA debemos ajustar el fotómetro para 50 ASA)
2)ZOOM;  muchos objetivos de focal variable no tienen el mismo valor f en todas sus longitudes focales (los hay que, incluso, "mienten" sobre su valor de apertura máximo).
Nada de esto reza ni para la Fujica ZC1000, con espejo oscilante, ni para aquellas Beaulieu que tienen el mismo sistema, así como para cámaras como la sencilla Fujica P2 con un visor pseudo-réflex no basado en un prisma sino en un espejito en miniatura que hay en el interior del objetivo, en un lateral (además de que mide la luz con un exposímetro con ventanilla independiente).

Este texto y sus fotografías forman parte del libro de Ignacio Benedeti “Super-8 en la era digital”, que se publica de forma resumida en esta bitácora.  Prohibida su reproducción. Derechos reservados por IB Cinema.

3 comentarios:

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    1. Me encantan los fotómetros profesionales. Desde hace muchos años que me compré el mas avanzado para la época , el Profisix de Gossen ,con medidor de silicona sbc que no se deslumbra , sin nada de memoria ( no le afectan los cambios de luz intensos de mayor a menor ) y además con aguja, me gustan las agujas si son precisas.
      Los fotómetros tienen marcadas las velocidades de cine pero no con que grado de obturación asociado. En los electrónicos como los Sekonic y Minolta , con fama de muy buenos, no se si se puede asignar una velocidad de obturación para cada velocidad de cine. Es poca la diferencia entre cámaras pero si y mucha si la comparamos una SBM de cuerda con una XL de S8 o incluso sin ser XL para una misma velocidad de 24 fps que puede llegar a 1/2 f.

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  2. No se como se hace para corregir una vez publicado, en mi caso opto por eliminar y volver a imprimir , pero queda feo.

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