viernes, 12 de mayo de 2017

BAUER A512 CON ANAMÓRFICO ISCORAMA 54

Mi cámara de cine principal, y favorita, todo el mundo lo sabe, es la Fujica ZC1000. Como filma película de 8 mm con perforación tipo S en los cartuchos Fujifilm, que hay que recargar, a veces, por rapidez y comodidad, recurro a modelos de Súper-8.
En este formato, una de mis favoritas es la Bauer A512, cámara que tenía apartada, hasta que el año pasado André Egido, de la empresa www.cine-super8.net , adaptó toda mi gama Bauer, reunida con los años, para ajustar manualmente el diafragma, entre 40 y 200 ASA en el caso de la Bauer A512, y entre 20 y 400 en  odas las demás. Ello me permite hacer uso de cualquier emulsión que se fabrica actualmente.
FINALIZAR UN PROYECTO EN EKTACHROME.
Para uno de mis cortometrajes rodados con la Fujica ZC1000 en formato anamórfico Iscorama ¡me quedaron un par de escenas sin filmar! con una emulsión que Kodak no vende desde el 2011, la buena y querida Ektachrome 100D. ¿Cómo terminarlo?  No quería rodar ni con la Provia ni con la Aviphot pues se notaría el diferente rendimiento cromático, especialmente en proyección directa del original inversible.
PATRICK MÜLLER VINO AL RESCATE
La solución, como ya relaté en esta bitácora, vino desde Alemania, cuando mi amigo Patrick Müller me permutó un rollo de Kodak Vision 50 por uno de Ektachrome 100D.
Ambos quedamos sorprendidos por el magnífico servicio de correos. Empleando el servicio normal, nos mandamos los paquetes el viernes de la semana pasada a última hora, ¡y el miércoles por la mañana ya los teníamos entregados tanto en España como en Alemania!
BAUER A512 CON ISCORAMA 54
Como para un par de tomas no me merece la pena extraer la película del cartucho Kodak para introducirla en el de Fujifilm, decidí terminar el rodaje con la Bauer A512, a la que tengo, pues, que añadir el anamórfico:  este es el descomunal aspecto de la cámara con el masivo Iscorama 54, la gran bestia de los anamórficos, hoy totalmente inaccesibles, pues la chusma del digimerde, acostumbradas a pagar grandes sumas por todo, los han puesto fuera del alcance de la mayor parte de los cineístas. ¡Menos mal que uno tuvo la fortuna de conseguir toda la gama Iscorama antes de que el mundo se volviese loco!

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