¡Vaya decepción, ayer domingo!, cuando vine a grabar los dos últimos sonidos de biblioteca del Opus II de "No hay futuro", el segundo de una serie de cinco trabajos sobre la crisis española, que tendría que haber publicado hoy.
A diferencia de otro de mis trabajos cinematográficos superochísticos, que sonorizo en las pistas que pego en la propia película, en éste, el sonido, aunque de fuentes analógicas, lo fui grabando de forma digital, labor facilísima, pues permite pistas independientes, con dos canales de música, otros dos de efectos, otro con el sonido directo y otro para la locución.
Con el registro sonoro prácticamente terminado, ¡"cascó" el disco duro del ordenador en el que tenía todo grabado!
Esto es una consecuencia más de esta crisis, superior a la bíblica, que nos obliga, al menos en mi sector, a apurar la vida de los aparatos informáticos más allá de lo razonable, y no sustituir elementos como el servidor cuando se estropean (sí, amigos, ¡también me quedé sin servidor hace unas semanas!).
Muchas horas de trabajo invertidas, para nada, y lo peor es que lo que haga, no va a quedar igual: no se si mejor o peor, pero idéntico, no. Por fortuna, el guión se encuentra a salvo en mi vetusta tableta con dos lustros, y las voces de los tres intérpretes, en cinta magnetofónica.
SEGUNDO DESASTRE.
Normalmente, estos opus que filmo en Súper-8 prefiero, como muchos saben, sonorizarlos en dos pistas que pego en la propia película. Existen dos tipos de pista magnética: la pintada, o líquida, que es mi favorita, aunque, tras el cierre de EVT Magnetics y del departamento especializado en este menester de Fujifilm, no nos quedaba otra opción, a los entusiastas de esta tecnología, que la pista adherida, pegada o laminada, que me gusta menos, pues, con el tiempo, tiene tendencia a desprenderse.
La pista adherida tiene una ventaja, sin embargo: teniendo, como en mi caso, la maquinaria adecuada, es posible pistar la película uno mismo; es lo que hice con "La hipoteca de Eisemann", hace mes y pico, con mis últimos metros de pista estereofónica AGFA F5 fabricada en los años ochenta.
Al revisar ayer la bobina, todavía sin empezar a sonorizar, ¡descubro con horror que la pista principal ya se está despegando!
UNA ESPERANZA DE CARA AL MAÑANA.
Unos emprendedores italianos, amigos, además, del dueño de la fábrica de proyectores de cine Fumeo (signor Bianchi, ¡quien les dio saludos para mí!), acaban de reintroducir, como novedad internacional, el pistado líquido. De momento, sólo para 16 mm. Pero, en breve, lo ofrecerán en Súper-8 estéreo también.
Estoy a punto de recibir una copia nueva, en poliéster, de "Dumbo", en 16 mm. Viene directamente del laboratorio de Disney, en Los Ángeles, con su pista óptica en inglés, pero los italianos van a aplicarle una pista estéreo para grabar el audio español. Esperemos que salga todo bien pues ¡aun hay vida para el mercado non theatrical en 16 mm! Iremos informando.
excelentisimo trabajo,pero la realidad es asi con la tecnologia.lo digital puede ser barato,rapido pero cuando se rompe tenes la de perder siempre.por algo se prefiere guardar los master de las peliculas en material filmico,es mas duradero y conserva mejor los colores.esta comprobado que el filmico puede durar mas de 100 años,un disco rigido te puede durar unas decadas y despues falla.ahora,disney sigue haciendo copias 16mm?crei que ya no se hacian.que costo tienen...
ResponderEliminar