La película de Súper-8 en cartuchos Fujifilm de Single-8 nos permite emplear la mejor cámara de cine jamás fabricada, y que nunca será superada: la Fujica ZC1000. Como todas las de Single-8, la Fujica ZC1000 posee el presor metálico en la cámara.
Pero, además, la ZC1000 permite:
1) la filmación marcha atrás sin variación en la línea de encuadre;
2) montura C, con adaptadores para todas las ópticas fotográficas y cinematográficas;
3) innumerables accesorios: intervalómetro, visor de ángulo, autodisparador, dispositivo de exposición lenta, etc.
4) contador de fotogramas digital;
5) obturador variable que se puede bloquear en cualquier posición.
6) doble sistema de obturación, uno de ellos con espejo oscilante que envía el cien por ciento de la luz al visor y, alternativamente, deja pasar la imagen en trayectoria directa a la película, sin prismas ni espejos; y, entre otras,
7) filmación a 72 fotogramas por segundo.
La Fujica ZC1000 cuenta con otras muchas más ventajas: pero ya habrá ocasión de referirse a ellas en el futuro.
El cartucho Single-8 permite, por añadidura, emplear la cámara de S8 mas diminuta: la sorprendente Fujica P2 que, si se reduce su obturador de 220 grados a 150 grados, es capaz de ofrecer un rendimiento asombroso. Como todos los productos Fujifilm, son extremadamente fiables y parcos en el consumo de energía
PELÍCULA DE SINGLE-8.
Hasta hace unos pocos años, Fujifilm vendía sus magníficas emulsiones en poliéster Fujichrome R25N, para luz de día, y RT200N, para luz de tungsteno. A petición del cineísta, Fujifilm devolvía las películas reveladas con pistas magnéticas "pintadas" (líquidas, de "pasta") o, incluso, reveladas como blanco y negro.
Ya antes de que Fujifilm cesara la producción de la gama Fujichrome N, la firma Retro Enterprises, de Japón, propiedad de mi amigo Tak Kohyama, pasó a vender su propio portafolio de películas Fujifilm cortadas y reperforadas a partir de inversibles fabricadas para diapositivas: aquellos maravillosos años me permitieron disfrutar de los colores sobrenaturales de la Velvia 50, los delicados tonos de piel de la Fujichrome 64T, la fácil de digitalizar (por su bajo contraste) Astia (en sus versiones 100 y 400), e incluso la Kodachrome (revelada por Dwayne´s).
Actualmente, Retro Enterprises suministra, en Single-8, la Fujifilm Provia 100D y, en blanco y negro, la OrWo. En tiradas limitadas, otras emulsiones: por ejemplo, en mi nevera tengo cinco cartuchos Fujifilm Velvia 100, que conservo para algo especial. Y parece ser, ahora que la reperforación se hace en hace en Japón, que la Provia 400D va a estar disponible muy pronto.
Retrolab Cinema, de Málaga, en España, vende película de Single-8 de la casa Foma, con el revelado incluido en el precio: exigen un depósito previo que garantice la devolución del cartucho.
CARTUCHOS SINGLE-8: UNA CONCEPCIÓN ECOLÓGICA.
A diferencia de los de Súper-8, cuya recarga es endiablada, el Single-8, desde un principio, fue presentado teniendo en cuenta el medio ambiente: los cartuchos de gran calidad, esta concebidos para su reutilización: la propia Fujifilm recargaba sus cartuchos hasta, mas o menos, 1970. Esos iniciales cartuchos recargables se distinguen de los otros pues llevan una cinta adhesiva en los extremos superior e inferior.
Cuando es coste de la mano de obra japonesa se encareció, Fujifilm dejó de recargar los cartuchos. Pero incluso los no recargables, como son idénticos, resultan fáciles de abrir: la primera vez, el pegamento se despega con un suave movimiento torsional en el cartucho. Una vez cargada la película, el cartucho se asegura por los extremos con cinta aislante de la marca 3M, que no deja residuos.
MIS CARTUCHOS PERSONALIZADOS.
Si los cartuchos Fujifilm son de los que venían serigrafiados, entonces simplemente les pego una pegatina de IB CINEMA por encima, indicando el tipo de película.
Si son cartuchos de película del tipo N, que traen su propia pegatina, antes de adherir las personalizadas, debo quitar las de Fuji: como están muy bien pegadas, lo mejor es impregnarlas con carburante de mechero Zippo, a ser posible marca Ronson, que no deja residuos, y "pelar" poco a poco la vieja etiqueta.
En el interior del cartucho, después de limpiarlo cuidadosamente, y aplicarle una solución antiestática, lubrico levemente con vaselina los dos rodillos y aplico con el dedo una finísima lámina de aceite de máquina de coser marca Singer eb la parte del cartucho sobre la que va a friccionar la película.
PROCEDENCIA DE LA EMULSIÓN.
Para recargar uno mismo cartuchos de Single-8, lo mejor es comprar película a granel "por metro" ya cortada en Súper-8: por ejemplo, la AGFA Scala, en blanco y negro, y la AGFA Aviphot se pueden conseguir así.
Otra opción, es extraerla de los cartuchos de Súper-8 e introducirla en el de Single-8: dependiendo del grosor de la emulsión, podremos meter entre 10.5 metros de la Velvia 50 y los casi 15 metros, con la Scala.
Una tercera alternativa es adquirir película de 16 mm con perforaciones tipo S, para Doble Súper-8, y cortarla antes de meterla en el cartucho. Ello permite, con una bobina de treinta metros, rellenar 6 cartuchos con diez metros cada uno.
La labor de cortado exige mucha precisión pues la menor variación en la velocidad del avance se traduce en un cortado de anchura irregular, lo que imposibilita el posterior pistado y dificulta su digitalización.
RECARGADORA AUTOMÁTICA.
El emprendedor español César Ballesteros, de CBD, fabricó en su día una recargadora de Single-8 eléctrica cuyo avance estaba basado en la Fujica P2 con el motor modificado para girar en sentido inverso.
Es una máquina relativamente fácil de fabricar, que puede verse en este vídeo grabado por el recordado cineísta valenciano Pau Maldonado (Zoe):
cortadora DS8mm y recargadora single8mm from zOe on Vimeo.
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