¿DIAPOSITIVA O NEGATIVO?
La diapositiva tiene el encanto de que, además de las copias en papel químico, permite la proyección directa del original inversible, que con determinadas emulsiones, como la Fujifilm Velvia, son una auténtica gozada visual, cuya riqueza es imposible de reproducir digitalmente. Su inconveniente es que no las revelan en mi ciudad y que la exposición tiene que ser muy precisa: un error de medio diafragma se nota. Suelo tirar diapositivas en primavera y verano.
El negativo tiene la ventaja de que lo revelan en mi ciudad. En un par de horas, ¡por 18 euros! esto es todo lo que me entregan en Foto Artús de La Coruña:
1) Negativos revelados, capaces de aguantar 500 años.
2) Copias en papel químico con margen blanco con calidad archivo, con una vida de unos 200 años
3) Un CD con los negativos escaneados, con copias índice, para la difusión digital.
y 4) Otro carrete de 36 fotografías gratuito. Por alguna razón, ya no los entregan Kodak, sino Fujifilm
En esta ocasión, entregué para revelar un carrete Kodak Color Plus, de 200 ASA, una gran película tipo consumidor, aunque los de Foto Artús me regalaron un carrete Fuji.
18 euros al mes no es una cantidad excesiva y ¡créanme! no se necesitan mas de 38 fotografías mensuales. Si lo que uno busca es la máxima calidad, la garantía de conservación a largo plazo, la facilidad de digitalización con cualquier sistema que pueda surgir en el futuro, todo ello, a un precio razonable, nada hay como la fotografía argéntica o mecanico-química (la tradicional, vamos), frente a la numérica (o digital).
Mientras me revelaban el carrete, fui hacer unas compras y recados. A las dos horas y pico, ya estaba todo en mi poder. Estos son algunos de los resultados, tomados con mi cámara Fujica AX5 en esta ocasión equipada con el 50 mm Fujinon EBC que abre a f 1.2:
Mi hija Verónica, esperando a la noche de San Juan:
Mi madre, Julia:
Uno de mis gatos, ¡que odia el San Juan!:
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