Uno de los pioneros del cine en paso estrecho en Galicia fue Joaquín García, conocido por Costiña, popular retratista del sur de Pontevedra, muy especialmente hasta su fallecimiento en 1957. Hace dos o tres años sus nietas encontraron en un desván ocho rollos de película cinematográfica en 9.5 mm. filmadas por su abuelo a finales de los años veinte.
Para una exposición que, sobre la obra de Costiña, va a organizar el Museo do Pobo Galego, IB Cinema/Cinemateca de Galicia cede, de forma gratuita, la cámara que creo empleó Costiña, una Pathé a cuerda; poseo también el modelo anterior, introducido en 1923, pero que dudo Costiña utilizase pues, como funcionaba por un manubrio que había que girar, requería el uso de trípode.
Como ya publiqué en esta bitácora, el 9.5 mm es un paso cinematográfico muy interesante debido a que, dada su perforación central en lugar de lateral, en un ancho sólo milímetro y medio superior al 8 mm consigue un fotograma prácticamente del mismo tamaño que el 16 mm. Fue el formato amateur en boga en Europa hasta los años cincuenta. Pero el hecho de que nunca llegó a triunfar en los Estados Unidos, y de que Kodak se negó a vender Kodachrome en 9,5 mm (pese a que, paradójicamente, la multinacional norteamericana llegó a comprar la casa Pathé), originó un lento declinar y el desinterés de los fabricantes.
Hoy en día el formato sobrevive en Francia, con unos pocos adeptos en países limítrofes (en Calellá tenemos incluso un festival internacional en 9.5 mm, organizado por el inmortal Santiago Marré -este año se llevará a cabo en unos días, el 28 de abril-).
En su día tuve una grandísima colección de 9.5 mm, tanto de cámaras y proyectores como de películas de 9.5 en blanco y negro riquísimas en plata, pero, para sobrevivir durante lo mas duro de la crisis, hace unos cinco años me ví en la necesidad de vender el grueso del catálogo a una institución francesa: una pena que piezas como estas hayan abandonado nuestra patria; sin embargo, esto es lo que hay, amigos.
No obstante, conservé algún elemento tanto históricamente significativo (que poseía duplicado), como sentimentalmente importante en lo personal. También, elementos moderno de trabajo (un telecine para digitalizar), así como un proyector sonoro marca Buckingham (fabricado en Inglaterra durante los años noventa) y que permite exhibir películas en 9.5 mm (con sonido óptico o magnético) en pantallas de hasta seis metros de ancho. Otra unidad de este proyector se la vendí en su momento a la Filmoteca de Andalucía.
¡Mucha suerte con la exposición al Museo do Pobo Galego!, institución ubicada en la ciudad coruñesa de Santiago, para la que hace unos años, desde IB Cinema, tuvimos el placer de digitalizar una colección de transparencias en 35 mm.
Finalizaré aclarando que la cámara se encuentra perfectamente operativa y funcional. Con esta cámara, el padre de mi amigo Matteo Richetti filmó esta película ¡¡¡en 1927!!! Pese a los noventa años transcurridos, las imágenes de 9.5 mm se conservan frescas como el primer día:
umberto from Matteo Ricchetti on Vimeo.
Nota: no es la primera vez, a lo largo de los años, que desde IB Cinema/Cinemateca de Galicia, se ceden gratuitamente piezas cinematográficas para instituciones gallegas. Aunque se colabora con mucho gusto, creo que es una actividad que, sin embargo, debería tener algún tipo de recompensa. ¿O es que acaso los que trabajan en esos organismos no cobran a fin de mes?
¡Mucha suerte con la exposición al Museo do Pobo Galego!, institución ubicada en la ciudad coruñesa de Santiago, para la que hace unos años, desde IB Cinema, tuvimos el placer de digitalizar una colección de transparencias en 35 mm.
Finalizaré aclarando que la cámara se encuentra perfectamente operativa y funcional. Con esta cámara, el padre de mi amigo Matteo Richetti filmó esta película ¡¡¡en 1927!!! Pese a los noventa años transcurridos, las imágenes de 9.5 mm se conservan frescas como el primer día:
umberto from Matteo Ricchetti on Vimeo.
Nota: no es la primera vez, a lo largo de los años, que desde IB Cinema/Cinemateca de Galicia, se ceden gratuitamente piezas cinematográficas para instituciones gallegas. Aunque se colabora con mucho gusto, creo que es una actividad que, sin embargo, debería tener algún tipo de recompensa. ¿O es que acaso los que trabajan en esos organismos no cobran a fin de mes?
No hay comentarios:
Publicar un comentario