Desde los años 80 del pasado siglo, el vídeo doméstico se convirtió en una herramienta esencial para capturar recuerdos familiares. Bautizos, bodas, reuniones y momentos únicos quedaron registrados en formatos como el VHS y, a partir de 1982 o 1983, el VHS-C, que en su momento parecían la última innovación en tecnología. Algunos ususarios incluso llegaron a transferir sus películas de Súper-8 a video, deshaciéndose de los originales sin imaginar que, décadas después, el Súper-8 podría digitalizarse en 5K, con una calidad asombrosa inalcanzable por los sistemas de video de aquella época y aun mucho después.
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Sala HAL 9000: desde Sony Betacam Digitales hasta Fujicascope SD25 |
Hoy, el desafío es otro: la supervivencia de esas cintas. Con el paso del tiempo, los reproductores VHS no se fabrican, los que sobreviven ya son muy antiguos y ciertas averías son, en muchos casos, irreparable. Si a esto sumamos el deterioro natural de las cintas —moho, daños mecánicos o grabaciones defectuosas—, la necesidad de una conversión digital se vuelve urgente para preservar esos recuerdos antes de que se desvanezcan para siempre.
Sin embargo, la digitalización de vídeo analógico no es un proceso sencillo. Un problema común al convertir estas señales es la pérdida de imagen y sonido en cintas deterioradas o mal grabadas. Para evitar estos cortes e interrupciones, empleamos un Time Base Corrector (TBC) , un dispositivo que estabiliza la señal y permite recuperar el contenido sin fallos ni pérdidas de calidad.
En la sala HAL 9000, de IB Cinema, no solo estamos especializados en la restauración de material fotoquímico, sino que también contamos con la tecnología adecuada para rescatar estas grabaciones analógicas de video en alta calidad. Nuestra misión es preservar el patrimonio audiovisual de Galicia, asegurando que esos momentos irrepetibles no se pierdan en el olvido, sino que sigan vivos en el tiempo, ahora en formato digital. El material digitalizado, si posee un valor histórico de primera consideración, entonces lo kinescopiamos, esto es, lo pasamos de digital a película con base de poliéster, para su conservación sin precauciones especiales durante siglos, sino milenios.
Respecto a la eliminación del moho en las cintas, imprescindible pues los hongos dañan los cabezales y contaminan el magnetoscopio infectando a otras cintas sanas que se empleen después, es una tarea que se describirá otro día.
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Columna de magnetoscopios Sony |
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