Esta mañana, entre las 10:00 y las 13:30, tuve el placer de impartir una clase magistral con práctica de rodaje en la Escola de Imaxe e Son de La Coruña, bajo la dirección del profesor Carlos Oro. La propuesta no era sencilla: un único cartucho de película, 20 segundos por plano , y el desafío de lograr un rodaje meticuloso en Súper-8 sin desperdiciar ni un sólo fotograma y sin ningún margen para el error.
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Exposed! |
Pero ciertos interiores sin iluminación de apoyo no llegaron al umbral de f/1.2 , lo que convirtió el enfoque en un reto de precisión quirúrgica: cualquier error en la medición de distancia podría traducirse en un plano fuera de foco. Seguimos adelante, cuidando cada ajuste con el rigor que exige el soporte fílmico.
Finalmente, al extraer el cartucho en el laboratorio, ¡qué tranquilidad al leer "Exposed" grabado en la película! Todo en orden. Quienes trabajamos con Súper-8 sabemos bien la incertidumbre que cada rodaje implica: un cartucho defectuoso (son raros pero alguno surge de vez en cuando) puede arruinar horas de trabajo sin posibilidad de verificación. Como era de esperar, todo salió según lo planeado (lo que no sabían, en la Escola, es que uno llevaba un segundo cartucho de repuesto por si, al filmar, algún ruido sospechoso en el avance me hiciera desconfiar de que algo no marchaba bien con el cartucho que ellos proporcionaron).Nada más satisfactorio que culminar un rodaje inoculando el virus de lo fílmico a jóvenes alumnos, sabiendo que la magia del cine de verdad, en película, sigue viva. ¡Ahora, a preparar los químicos del revelado! El martes, tres alumnos seleccionados vendrán al laboratorio para ver como se revela. Revelar Súper-8 inversible, en España, es algo que sólo hace uno, pues el único laboratorio comercial para cine, Retrolab Cinema, de Málaga, sólo revela película negativa. El resto, deben enviar sus trabajos a Holanda, Alemania o Italia. Pero, en La Coruña, ¡el revelado en Súper-8 es instantáneo!, ya sea inversible o negativo.
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