Es agosto el mes tradicional para el grueso de las proyecciones de cine al aire libre por todos los confines de la provincia coruñesa. Si el tiempo acompaña, como anoche en Oleiros (con unos templados 21 grados), el programa de IB Cinema, ¡con una historia de alrededor de treinta años!, supera en cada sesión el medio millar de almas (ayer de público familiar, con "Atrapa la bandera").
En estas décadas, mucho es lo que ha cambiado el mundo de la exhibición. Antes, las copias cinematográficas de 35 mm que llegaban a nuestras manos lo hacían tras pasar por los cines de barrio y de pueblo: como su soporte era de frágil triacetato de celulosa, a menudo las proyectábamos con rayas y "empalmes".
En aquella época, la carreteras de Galicia eran una birria, no había GPS ni móviles. Los equipos de proyección tenían que llegar a cada villa, guiados por un mapa, y, una vez allí, buscar una cabina telefónica para llamar a un concejal o al mismísimo alcalde (raro era el ayuntamiento que hace treinta años tenía un técnico de cultura). Las tomas de electricidad que nos facilitaban ¡solían carecer de tierra!
PELÍCULAS DE POLIÉSTER.
El primer gran cambio en la calidad de la exhibición, al aire libre, fue cuando, por desaparecer los cines de pueblo y de barrio, y, sobre todo, ser sustituido, en 35 mm, el triacetato por el indestructible poliéster, pudimos disponer de títulos en condiciones inmaculadas, que las distribuidoras nos mandaban inmediatamente después de salir de los grandes complejos de varias salas. En aquellos felices años, no sólo solíamos exhibir obras recién estrenadas, sino que a veces, ¡conseguíamos algún estreno para Galicia!, como ocurrió con "El secreto de la isla de las focas", de John Sayles, en 1994, que tuvo mucho éxito.
CAMBIO A SONIDO LÁSER.
Ya en este siglo, como Buena Vista, la distribuidora de Disney, quiso ahorrar la plata de las pistas ópticas de las copias, se comenzó a imponer la pista óptica de color cian en lugar de negro: ello obligó a que todos los proyectores de cine del universo mundo, en toda su redondez, cambiasen su sistema de lectura de sonido, de la simple lámpara excitadora (vigente desde la invención del sonoro) al lector digital de láser.
UN HITO PERSONAL: CUANDO CUMPLIMOS 20 AÑOS.
Cuando cumplimos veinte años exhibiendo cine al aire libre (actividad nada sencilla en un lugar de tiempo tan variable como Galicia) lo celebramos con un cortometraje en Súper-8, que podemos al final de esta entrada.
En estos lustros hemos vivido el cambio no sólo de Galicia, sino de la industria del cine: todas las distribuidoras independientes de la región han cerrado, excepto BAÑOS FILMS (empezamos tratando con el fundador, seguimos con su hijo y ahora lo hacemos con los nietos). También ha cambiado la forma de exhibición (por ejemplo, ya no hacemos descanso) ¡y hasta el comportamiento del público!: si antes, mientras no empezaba la película, nadie se quedaba quieto, y teníamos que recoger las sillas a menudo en sitios lejanos, ahora, en cambio, ¡permanecen todos sin moverse, tecleando en sus móviles!, mientras no se inicia la sesión (¡e incluso durante la película!).
En el terreno personal, en todo este tiempo, hemos hecho grandes amigos en villas y ciudades de la provincia coruñesa: ¡qué buena gente! Y da gusto ver como espectadores que eran niños cuando los conocimos ¡llegan ahora a las sesiones con sus hijos! Grande, Galicia.
VEINTE AÑOS DE NOITE DE CINE from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.
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