A una persona sedentaria le supone un reto difícil pero, si un mucho mayor Amancio Ortega lo ha logrado, ¡seguro que no será una meta tan inalcanzable!: este otoño, durante septiembre u octubre, quiero hacer el Camino de Santiago partiendo desde la Cruz de Hierro, en la provincia de León.
Naturalmente, filmaré la aventura con película: tengo todavía tres rollos de la rarísima inversible Fujifilm Velvia 100, que me regaló Tak Kohyama, para experimentar con ella, pero no llegó a entrar en producción pues mi informe fue mas favorable paraa la Fujifilm Provia 100, que es la que finalmente se comercializa (tanto en cartuchos de Single-8 como Súper-8).
Filmaré estos 3 cartuchos de Velvia 100, otros 7 de Provia 100 y, tal vez, mientras no me adentro en Galicia, unos veinte metros con la AGFA Scala de blanco y negro. Es posible, también, que, una vez en el interior de la Catedral de Santiago, ruede algo con la AGFA Aviphot 200.
FUJICA PX300 CON ISCORAMA 36
Quiero filmar en formato anamórfico, no en académico, pero como el peso es un factor importante lo mas probable es que me decida por la diminuta Fujica PX300 que, pese a su reducido tamaño y peso (490 grados más el anamórfico), posee un objetivo que no es malo y abre a f 1.2. La cámara, originalmente, traía obturador de 220 grados, pero lo reduje a 150 grados para la obtención de imágenes mas definidas.
Aunque la Fujica PX300 (¡diseñada también por el gran Shigeo Mizukawa!), cabe en la palma de la mano, dispone de servomotor para el diafragma, el imprescindible bloqueo de la abertura, toma para mando a distancia, empuñadura no sólo abatible sino también desmontable ¡y funciona con sólo dos pilas!, que duran tanto que uno se ve obligado a cambiarlas por vergüenza. ¡La PX300 permite incluso el rebobinado -manual- y los fundidos encadenados!
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