Forjando identidad nacional, por Galicia y por España, en un rodaje épico desde Galicia hasta la Antártida: "Perfecta Locura Antártica"

 

Virgen de Pastoriza (revelado artesanal por Ignacio, Súper-8 Kodak Vision 200T)

La Concha del Peregrino bendecida en Galicia.

A lo largo del intrépido rodaje fílmico que llevó a Ignacio desde el sur al norte de la Antártida, durante 11.499 kilómetros, su arrojo estuvo resguardado por algo más que la mera protección física. La concha del peregrino de Sargadelos, bendecida por el padre D. Manuel, del coruñés Santuario de Nuestra Señora de Pastoriza, se convirtió en un símbolo sagrado que acompañó a Ignacio durante toda la filmación de "Perfecta Locura Antártica", y que es visible a lo largo del metraje.

Bendición de D. Manuel a la concha del peregrino de Sargadelos (revelado artesanal por Ignacio, Súper8 Kodak Vision 200T)

Es una forma de forjar identidad nacional, de "hacer patria", por Galicia y por España, que impregna hasta el último de los fotogramas.

Concha bendecida (revelado artesanal por Ignacio, Súper-8 Kodak Vision 200T)

Mártires navales gallegos y españoles: el "San Telmo".

En un emotivo reconocimiento, la narrativa de "Perfecta Locura Antártica" también rinde homenaje a la epopeya del navío ferrolano "San Telmo", cuya valerosa tripulación, en buena parte de Galicia, fueron los primeros humanos en hollar la Antártida. Entre ellos se encontraba un antepasado de Ignacio, cuya conexión personal añade una capa adicional de significado a esta hazaña histórica. La memoria del "San Telmo" y sus osados tripulantes, de heroica muerte, se eleva como un emblema de la contribución gallega y española a la historia de la Antártida.

Galicia, en el Valle Seco de Taylor, a 77º 37´S, -28º Celsius, con la concha del Peregrino de Sargadelos, bendecida por el padre D. Manuel

Toponimia española.

Para la elección meticulosa de topónimos españoles, en detrimento de los extranjeros, para "Perfecta Locura Antártica" Ignacio recurrió a la amable colaboración del coronel Antonio Montero, director del Museo Militar de La Coruña, y al historiador Luis Gorrochategui, autor, entre otras obras, de "La carabela San Lesmes". Ambos expertos han desempeñado un papel crucial en asegurar que los lugares mencionados en el rodaje mantengan su raíz española. Un ejemplo notable es la recuperación del nombre original de las islas Shetland del Sur, que recobra en "Perfecta Locura Antártica" su topónimo de archipiélago de la Buena Nueva, como fue primeramente bautizado al ser descubierto por Gabriel de Castilla en 1603, en homenaje a su navío.

                                          Clip superior, Mar de Hoces: la batidora de Drake

El documental desafía convenciones al rescatar hidrónimos como el Mar de Hoces, a menudo eclipsado bajo el nombre de "Paso de Drake" en los mapas actuales. 

Alvariño Pazo de Bruxas en la Antártida 

Ignacio, orgulloso coruñés, se niega a honrar al corsario que asoló su ciudad al referirse al área como "Paso de Drake", y, tras asesorarse con el coronel y el historiador, insiste en utilizar el nombre que le corresponde, Mar de Hoces, en honor a Francisco de Hoces, el español que lo descubrió en 1526 durante una expedición desde La Coruña a bordo del San Lesmes. En el guion del documental, Ignacio concede usar, de manera figurada, la expresión "batidora de Drake" para describir las aguas agitadas del Mar de Hoces, pero nunca cede ante la denominación extranjera. 

GALICIA, TAMBIÉN UN ACOMPAÑANTE EN LAS CELEBRACIONES EN LA ANTÁRTIDA.

Sobrevolar este gélido continente con helicópteros de un solo rotor siempre implica riesgos, especialmente ante la amenaza del viento catabático. Sin embargo, en cada misión concluida con éxito, la presencia de Galicia se hacía palpable. Ignacio y sus compañeros de expedición (un inglés, tres franceses y una alemana), con los pilotos y sus ingenieros, celebraban cada vuelo no cancelado y sin incidencias, compartiendo cenas con el alvariño Pazo de Bruxas, enviado desde Galicia a Nueva Zelanda especialmente para estas ocasiones.

Primera mesa: compañeros de expedición. Segunda mesa, con Ignacio y su ZC1000: los pilotos de helicópteros e ingenieros. En las dos mesas, botellas de alvariño Pazo de Bruxas enviadas desde Galicia

Esta entrada es un complemento de la publicación original, que se puede leer pulsando en el siguiente enlace en azul: Perfecta Locura Antártica: un proyecto (casi) imposible

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