¿QUIEN DIJO QUE EL 9,5 MM ESTÁ MUERTO?

El primer formato de cine específicamente concebido para uso particular fue el 9.5 mm, ingeniosamente diseñado con una perforación central (en lugar de lateral) que permite obtener un fotograma casi tan grande como el de 16 mm con una anchura de película sólo milímetro y medio más que el 8 mm. Fue el formato en boga, en Europa, desde 1922 hasta mediados de los cincuenta, en que inició su declive al no acceder Kodak a vender, en 9.5 mm, película Kodachrome y, también, al hecho de que este formato nunca conquistó los Estados Unidos.
Actualmente, su uso se restringe principalmente a Francia, pero tiene entusiastas seguidores también en Alemania, Italia, Suiza y en nuestra patria.
Uno de los grupos más activos, en España, es la entidad presidida por mi amigo Ramón Gassó "9'5 Grup Internacional Cinematogràfic", en Berga (provincia de Barcelona),  con una sala de cine estable para proyectar 9,5 mm en condiciones óptimas de imagen y sonido (amén de otros formatos).
Actualmente, la única emulsión disponible para 9,5 mm es la OrWo 54 en blanco y negro, con un coste muy asequible: 13 euros cada 30 metros.
Lo mejor de todo es que el club presidido por Ramón ha pasado en un año de tener 26 socios ¡¡¡a más de 200!!!, con nuevos talleres de filmación ya programados para el inicio del nuevo curso.  
Personalmente, siempre me gustó este formato: de hecho, en IB Cinema tenemos  un proyector de 9.5 Buckinham (idéntico al que vendí a la Filmoteca andaluza) capaz de proyectar este formato en pantallas de 6 metros de base, con sonido óptico y magnética, así como telecine para digitalización.
¡Buenas noticias para el 9,5 mm en España, gracias a Ramón Gassó y los entusiastas de la catalana Berga!