La filmación de mi próximo proyecto en la Antártida, “Alén da fin do mundo“, representará un hito no sólo por el número de emulsiones empleadas, sino también porque todas ellas han sido transplantadas desde otras presentaciones cinematográficas a los cartuchos de Single-8 con los que filma la nunca suficientemente ponderada Fujica ZC1000N, una labor meticulosa que hay que llevar a cabo en cuarto obscuro respetando un sinfín de precauciones y conocimientos artesanos que algún día desvelaremos. Debido a que un proveedor japonés ha fallado con el envío de una importante partida de cartuchos, y estamos ya en tiempo de descuento, hemos tenido que recurrir a pedir cartuchos prestados (afortunadamente, fueron diseñados como recargables). Mi buen amigo Marc Marti, con el que ya firmé un par de trabajos (los mundialmente aclamados “Camino de Vuelta” y “La Noche de San Juan”), me ha prestado unos cuantos desde la Vall d´ Uixó (¿llevaré, de paso, a la Antártida unas indestructibles botas Segarra, que pasearon el nombre de esa querida ciudad por los pies de los escolares de media España?), rotulados en catalán, su lengua materna, lo cual me hace acariciar una idea: ¿qué pasaría si, desde Galicia, hago la locución de este documental en catalán en lugar de en gallego?
El “cartutx“ de prueba en con el que filmé las pruebas de esta mañana fue el primero en el que Álex intentó introducir 12.1 metros de la gruesa emulsión Kodak Visión 50, en lugar de los recomendados 10.5, prueba de carga que fue todo un éxito: a falta del revelado (en cine, el resultado sólo se puede verificar en sala de proyección), la película avanzó correctamente.
En la máquina de carga, adaptada por Álex y José Manuel, siguiendo mis indicaciones para adaptar un diseño de César (de Tested Super8 Cameras), originalmente concebido para Doble Super8, ahora ¡hasta es posible cortar el borde con las perforaciones, al término de la película, para que la cámara no sufra.
En España, somos lo suficientemente afortunados de contar con un laboratorio profesional de cine, autorizado por Kodak, Retrolab Cinema, dirigido por el amigo Juan Carlos Olivo, ¡con servicio de entrega, incluyendo el telecine, de 24 horas!, que nos permite fantasear que estamos sino en Hollywood, al menos en Pinewood. El revelado, como puede verse en la siguiente prueba rodada en anamórfico Iscorama, rivaliza en calidad con cualquier laboratorio internacional: no en vano el imperio INDITEX revela aquí, y no en Londres, parte de su publicidad que rueda con película.
ANTARCTIC 2023. TEST 2. ISCORAMA SCOPE. KODAK VISION 200 from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.
Además de experimentar con diversas combinaciones de objetivos (amén de verificar la efectividad de las gafas de infrarrojos, las distintas longitudes de carga, la ausencia de rayas y polvo, entre otras pruebas), también aprovechamos estos dos cartuchos recargados para comprobar técnicamente el sistema de sonido sincrónico FTS de Fujifilm con el magnetófono profesional Sony WM D6C: la sincronía labial es perfecta. La ZC1000, aunque no está controlada por cuarzo como la grabadora Sony, ofrece una velocidad increíblemente estable ya que fue concebida para grabar con sincronía por impulsos electrónicos por el sistema Puls Sync.
(Continuará)
ANTARCTIC 2023. TEST 1 KODAK VISION 500. LIP-SYNC SOUND from IB CINEMA Motion Picture Films on Vimeo.
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