MI MUNDO EN SUPER-8: LOS SECRETOS REVELADOS A LA PROFESORA SARA VALIÑO. Capítulo 21 de ALÉN DA FIN DO MUNDO (Más allá del fin del mundo).

Esta mañana de sábado Álex et moi quedamos para probar los dos cuerpos de ZC1000N que llevaré a la Antártida, así como las distintas ópticas y otros accesorios, como el micrófono de corbata que me preparó mi amigo de décadas José Manuel. De paso, comprobar que el sistema de carga de películas que hemos desarrollado, funciona sin arañazos o veladuras. Las filmaciones de prueba deben salir el lunes para su revelado en Retrolab Cinema, el único laboratorio profesional de cine que subsiste en España, dirigido por el amigo Juan Carlos, donde, entre otros encargos, se procesa, siguiendo las normativas de Kodak, buena parte de la publicidad cinematográfica de INDITEX.

No nos dió tiempo a terminar (debía marchar a las 13.30, para atender a mi madre y almorzar con mi familia... dado que soy un explorador polar ¡con obligaciones familiares!), pues recibimos la agradable visita de la profesora Sara Valiño que, como lectora habitual de esta bitácora, se encuentra muy interesada en ver todo el proceso de carga de película cuyo desarrollo fue siguiendo durante estos meses.

Tras tomar un café, una vez en IB Cinema, Sara quedó muda de asombro.

El resfriado de Sara nos obligó a tomar precauciones

1) Le sedujo la cámara, la nunca suficientemente ponderada Fujica ZC1000N, sabiendo apreciar, como docente en la Escuela oficial de Imagen y Sonido, golosinas técnicas como su obturador variable bloqueable en cualquier grado, presor en cámara, rebobinado integral, posibilidad de filmación a manivela o contador de fotogramas, entre otras virtudes. Le llamó la atención tanto el descomunal anamórfico Iscorama 54 como el compartimento exterior de baterías para llevar bajo la ropa, al amparo de las inhumanas temperaturas a las que me enfrentaré.

2) Sara vió los cartuchos de Single-8, totalmente terminados y rotulados como IB Cinema, con el ajuste de la sensibilidad especialmente troquelado con una dremel, operación, ésta, que se hace en el taller.

3) Apreció el enorme trabajo de pasar la película de cada cartucho de Súper-8 en negro, con el diafragma cerrado, con cuatro unidades de Leicina Special, la joya de Leitz, que vamos alternando para que no sufra su motor (en la sala HAL 9000)

4) Acto seguido, estudió el agrandamiento, de forma manual, del ventanuco de cada cartucho (en una de las mesas de la biblioteca coruñesa de temas medioambientales y marítimos del Nelson Institute).

5) Finalmente, en el laboratorio de la catacumba, se puso las gafas de visión nocturna, y atisbó como la película es extraída de cada cartucho de Súper-8 y 10 o 12 metros de los 15 son introducidos en el cartucho de Single-8, con el que filma la ZC1000N.

A los ojos de águila de Sara no le pasaron por alto la enorme variedad de emulsiones con las que voy a filmar: Kodak Ektachrome 7294, Kodak Ektachrome 7285, Kodak Ektachrome 7280, Kodak Tri X, Kodak Vision 50, Kodak Vision 200, Kodak Vision 500, Fujichrome R25N, Fujichrome RT200N, Fujichrome Provia 100, Fujichrome 64T, Foma y, entre otras, hasta la ucraniana Svema, añeja, pero siempre conservada en frío, que emplearé en honor a la lucha por la libertad de este querido país europeo frente a la opresión del Kremlin. Sara sabe valorar que, para uno, la diferencia de rendimiento y grano de cada emulsión es vital pues elijo esta u otra según mi estado de ánimo o dependiendo de la naturaleza de lo que pretendo narrar; la película es, en mi artesanía fílmica, una parte mas del lenguaje cinematográfico como podría ser el tipo de encuadre o un fundido encadenado.

Me deseó suerte ante el mayor reto de este proyecto: ¡conseguir librarme de los escáneres CT, que velan la película con sólo una pasada, en mi trayecto de tres días volando, en sentido horario del reloj, hasta Christchurch, en las antípodas de La Coruña, y en el regreso desde la Patagonia, tras circunnavegar la Antártida. ¡Muchas gracias, Sara!