El pasado lunes 15 me entrevistaron en la SER en relación al largometraje "PERFECTA LOCURA ANTÁRTICA" (pulsar en el título para saber mas sobre el proyecto) y el Súper-8, aunque se trataron muchos otros aspectos relativos al cine y La Coruña, de la mano de Teba Chacón. Como un superochista de la emisora grabó en vídeo la entrevista, se puede ver en la siguiente pantalla, en el canal en YouTube de la SER.
No escucho la radio, salvo ocasionalmente en el coche si voy solo y no aprovecho para llamar por teléfono, pero comprobé que mucha gente sí lo hace pues varias personas, algunas de ellas desconocidas, se pusieron en contacto conmigo a raíz de la entrevista.
Una de ellas, el doctor Comellas, me dijo que quería donarme el material de Súper-8 de su padre, sin uso desde hace décadas. Como este apellido catalán no es muy frecuente en Galicia, le pregunté si su padre había sido el coronel Comellas, que fue profesor mío en la Academia Galicia, y, como me contestó afirmativamente, naturalmente le dije que sí.
¡Etiquetado de puño y letra por el coronel Comellas! |
En quinto, cursaba el bachillerato "de letras" y, en la hora de una asignatura de ciencias, impartida por el coronel Comellas, los 3 o 4 "de letras" nos quedábamos en el aula con los otros cuarenta alumnos, en su hora de matemáticas o química, en un tiempo para nosotros "de estudio", pero que yo aprovechaba para "estudiar", subrepticiamente, libros relativos al Súper-8.
Un día, con gran horror por mi parte, el coronel Comellas descubrió que yo estaba leyendo un libro de Súper-8. Atemorizado, pensé que me iba a expulsar de clase, avisar al director (el temible Machaco -D.Carlos Seoane-) y confiscar el libro.
Lejos de eso, y ante el asombro del resto de mis compañeros, comenzó a hablar conmigo sobre el Súper-8 y las diferencias con el Single-8. Desde ese entonces, siempre, durante ese curso, antes de comenzar su clase, eñ coronel Comellas y yo manteníamos unas palabras sobre nuestra común afición. ¡Un niño de 14 o 15 años, con todo un coronel, de persona a persona! Fue así como descubrí que no hay nada mas democrático que el Súper-8, una pasión que mantiene unidas a la gente independientemente de su edad o cualquier otra circunstancia.
Los aparatos que me donó el doctor Comellas son de tipo medio de los años setenta, de nulo valor coleccionista o para un uso superochista en la actualidad, pero de inmenso valor sentimental para mí, pues me evocan aquellos felices momentos en la Academia Galicia de La Coruña; el hecho de que el proyector esté rotulado, en sus controles, de puño y letra por el propio coronel Comellas, convierte este sencillo Chinon en mas valioso que un Fumeo o un Beaulieu, para mi corazón. El coronel Comellas, siempre en mi memoria.
P.S. Las grandes aficiones vitales del coronel Comellas fueron la fotografía, el Súper-8 y, ¡a partir de los 88 años!, la informática; su tránsito se produjo a los 98 años.
El equipo del coronel en mi taller, antes de su restauración y exposición en vitrina |
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