En un pequeño helicóptero de un solo rotor y con cuarenta años, casi un juguete de papiroflexia frente al viento catabático, para el rodaje de "Perfecta Locura Antártica" Ignacio Benedeti se aventura a una hazaña cinematográfica sin precedentes. Por primera vez en la historia, filma con película de Súper-8 la magia del asombroso lago Vanda, ubicado en la región de los Valles Secos de la Antártida, en las coordenadas 77°31′47″S 161°34′32″E. Este lago, científicamente un enigma por ser el más salino del mundo y por desafiar las leyes del frío, se convirtió en el escenario de una filmación tan arriesgada como fascinante.
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| Fotograma Súper-8 Vision 200 del Lago Vanda |
El lago Vanda muestra una inaudita estratificación térmica: rodeado de un ambiente gélido, una capa profunda desafía las expectativas a una sorprendente temperatura de +25 grados Celsius, mientras que una capa intermedia se mantiene a unos +9°C. La superficie, cubierta por una capa de hielo sobrenaturalmente transparente, se mantiene a +4 grados Celsius, desafiando las leyes naturales del congelamiento.
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| Las gafas Vallon UV con la concha del peregrino Sargadelos en los Valles secos (diapositiva) |
Este capítulo de "Perfecta Locura Antártica" no solo ilustra la belleza única del lago Vanda, sino también pone de relieve la audacia que fue necesario para filmarla con película, haciendo frente al viento catabático y a las complejidades de la película de Súper-8 en cartuchos de Single-8 con cargas de noventa segundos, en un testimonio visual del incansable espíritu humano en la búsqueda de la belleza en los lugares más inhóspitos de la Tierra.
Esta entrada es un complemento de la publicación original, que se puede leer pulsando en el siguiente enlace en azul: Perfecta Locura Antártica: un proyecto (casi) imposible
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