Mi primer proyector sonoro, comprado con efectivo trabajosamente ganado pegando carteles para mi partido, la Unión de Centro Democrático (UCD), fue, cuando era un chaval, el Yashica P810, que adquirí en Miguel Foto de La Coruña, en la calle Riego de Agua. Pronto se me quedó pequeño y lo vendí (aunque el comprador, el moroso Roger, nunca me lo pagó). Ya en Barcelona, al poco de iniciar la carrera, adquirí la que sería mi primera máquina fetén: un Eumig 940 Multiprocessor, la joya de la entonces empresa mas importante de Austria, los "magos de Viena".
940: casi 50 años maravillándome |
Con el Eumig 940 sonoricé en estereofonía varias películas familiares y mis dos primeros cortometrajes "de autor", rodados en Barcelona: "UNIVERSITA...¿QUÉ?" y "VÍSPERA DE EXAMEN" (ambos en el Canal IB en Vimeo de IB Cinema ). De hecho, el proyector lo compré en Barcelona, en Arpí, de las Ramblas. Me decidí por este modelo, pese a la recomendación del señor Noia, que quería que me decantase por un Sankyo 800 con óptica f 1.0 (que, años después, conseguiría).
940: sonido reparado por un puñado de euros (fotografía de Álex) |
La Universidad me contrató para que, con mi Eumig 940, proyectase "2001: una odisea en el espacio" en colegios mayores y diversos centros de estudios: ¡fueron más de cien pases! Con este trabajo, compaginado con el de jefe de actividades del Colegio Mayor Sant Jordi, el proyector, que pagaba a plazos, me salió gratis. Lo mas gracioso de todo es que me trasladaba a cada colegio ¡¡¡en moto!!!, llevando el proyector en su caja de origen, sobre el depósito de mi Ducati Forza (¡todavía la uso hoy!), sin casco ni gaitas, que en aquella época no era obligatorio.
Foto: Álex |
Foto: Álex |
Tras concluir, con el mayor de los éxitos, su curso de ingeniería de informática, Álex se decidió a meterse en faena con el amplificador del 940. Pues bien, amigos, ¡problema de sonido localizado y resuelto!, por un puñado de euros en componentes: los potenciómetros lineales, especialmente el principal, tenían las pistas desgastadas. Según Álex, la electrónica es de altísimo nivel, sin componentes baratos, como ocurre en el injustamente deificado Elmo GS1200, con todo muy accesible y comprensible, a diferencia del Braun Visacustic. "Se nota, por los detalles, que los ingenieros disfrutaron diseñándolo. En su interior, hay un auténtico ordenador", me dijo Álex, apostillando: "Y el amplificador es muy bueno, también
Aunque Eumig se declaró en quiebra en 1981 y cesó de operar poco después, la firma vienesa dejó un legado duradero en el ámbito del cine. Sus productos todavía son apreciados por coleccionistas y entusiastas de la tecnología de cine clásico. Algunos de sus equipos aún están en uso hoy en día, lo que demuestra la durabilidad, buen diseño y la calidad de sus productos. ¡¡¡Larga vida a Eumig!!!, por siempre en nuestra memoria.
Foto: Álex |
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