"Las Navidades vienen una vez al año" es el título de uno de mis cartoons favoritos de Max y Dave Fleischer, muy apropiado en estos tiempos de crisis, con los niños de un orfelinato celebrando la Navidad.
Y como cada año, en casa, en la festividad de San Nicolás aprovechamos para armar el Portal de Belén y el árbol, mientras los últimos retoques los dejamos para la mañana de la Inmaculada Concepción, justo antes de recibir misa tempranera en las Siervas de María, donde me casé. Por supuesto, no puede faltar algún detalle cinéfilo.
La Coruña se encuentra preciosa, pero no por su ornamentación navideña, escasa y, en algunas calles, carente de esa magia que saber transmitir el espíritu de lo que en este mes se conmemora: le llegada del Niño Dios. Algunos luminosos ¡¡¡son pavos!!! Se creerán, los de la corporación municipal, que celebramos el Día de Acción de Gracias...
¡Qué miserables! Una pena, dado que está demostrado que unas bonitas iluminaciones navideñas, independiente de que contribuyen a fomentar el espíritu navideño, incrementan la actividad del pequeño comercio, tan importante en estos momentos en que la mayor parte de la población española estamos sobreviviendo malamente a una crisis superior a la de dimensiones bíblicas.
Pero La Coruña, ya digo, está preciosa por las múltiples tonalidades de sus árboles. Camino de IB CInema, me detengo a disparar unas cuantas fotografías con película Fujifilm negativa Reala, con mi fiel Fujica AX5 equipada para la ocasión con el famoso Fujinon EBC 1.2 de 50 mm. No necesito miles de fotografías, como es costumbre con los usuarios de digimerde: con sólo un carrete por mes me llega y sobra. Si son en negativo, como es este el caso, normalmente revelo en Foto Artús, con copias en papel químico calidad archivo, de margen blanco, y un escaneo automático del negativo. Por cierto, que la semana pasada, el grupo valenciano y murciano que asistió al Súper-8 Global Day, al reconocer Foto Artús de mis escritos en Facebook, entraron ¡y acabaron con todo el stock de película Ilford!
Ya en IB Cinema, me dispongo a seguir viendo las películas que voy recibiendo de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, para los Goya: antes de comer es el turno de "El editor de libros", a la que seguirán otras en una maratón que finalizará a las 23:59. Aunque ya he visto un montón de reproducciones en DVD, cada día la mesa del despacho se inunda con nuevas llegadas: la cartera, que viene en moto, ¡parece una especie de Papá Noel con uniforme de Correos!
Uno de los títulos a considerar, "100 metros", tuve ocasión de verlo en el cine pues Filmax, siguiendo en su línea de buenas ideas, me mandó dos invitaciones: es mejor juzgar las películas tras verlas en una pantalla grande y no desde un monitor de ordenador (tal vez a doble velocidad, como hacen otros).
Por cierto, que aún sobrevive, en alguna cartelera gallega, un vídeo en cuyo estreno el pretor de lo que López Chaves denominaba "el chiringuito" AGADIC presumió de haberle concedido una subvención de 260.000 eurazos. Lo que omitió es que, tanto en esa producción, como en la anterior de la misma empresa, no sólo no se ha pagado cantidad alguna a los figurantes (ni siquiera el desplazamiento), sino que tampoco se ha cotizado por ellos a la SS. Para colmo de ruindad ni tuvieron el detalle de invitarlos al estreno. Por lo que parece, en AGADIC agradan los métodos de trabajo de I.G. Farben...
¡Qué
bien le van las cosas a algunos con AGADIC!
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