Sin palabras me he quedado al enterarme, ahora mismo, del prematuro e inesperado fallecimiento de Celestino Poza. Hace muchísimos años que lo trataba, primero como responsable de Cultura del limítrofe ayuntamiento de Culleredo y, después, como jefe del área de Cultura de la Diputación coruñesa, donde cada temporada, durante varios veranos, me tocó trabajar codo a codo con él en la organización y coordinación de mi programa de cine en 35 mm "Noite de Cine".
A pesar de las diferencias políticas (él era republicano y socialista), Tino, como me permitía llamarle, era ante todo un demócrata: por eso, jamás me censuró ningún texto y siempre apoyó mis iniciativas.
Independientemente de sus responsabilidades políticas, vinculadas al PSOE ya en tercera generación, Tino era un pintor muy bien considerado, con una obra respetable. Muy activo en Facebook, frecuentemente (¡ayer mismo!) daba feed backs positivos a mis posts. Su labor de difusión del arte, a través de esta red social, era verdaderamente encomiable.
Deja esposa y tres hijos (fotografía de Víctor Echave).
Descansa en paz, querido Tino (1959-2016): siempre estarás presente en la memoria de todos los que te hemos tratado.
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