La torreta de tres objetivos de la Arri 16ST es divergente, lo que garantiza que los teleobjetivos no interfieran en el campo de visión de los granangulares. Los objetivos se mantienen en su lugar mediante un par de clips de resorte en la torreta, que encajan en una ranura alrededor de la parte trasera del barrilete del objetivo; las lengüetas fijas que se acoplan con las ranuras dentro del cilindro evitan que los objetivos giren y aseguran la orientación correcta de la escala de enfoque.
El cambio de objetivo, en la Arri 16 ST, se puede hacer muy rápido: la torreta gira rápidamente a cualquiera de las posiciones previstas. La parte posterior de la torreta se cierra para proteger la lente trasera de los objetivos. El intercambio de objetivos en cada montura de la torreta es también una operación extremadamente rápida, que se hace en unos pocos segundos: ¡justo lo que necesitamos los documentalistas de naturaleza!
Las monturas de la torreta no son de aleación de aluminio, sino que son de acero. Además, la torreta se puede bloquear, lo cual es particularmente útil con objetivos zoom y teleobjetivos pesados.
La ventanilla de la película es inusualmente larga y el mecanismo incluye un pin de registro que mantiene la película en su lugar durante la exposición. Esto, como ya se publicó en la entrega previa, asegura una estabilidad de imagen sobrenatural, tan imprescindible cuando las filmaciones se van a ver en pantallas extremadamente grandes.
El visor forma su imagen a través de una superficie espejada frontal en el obturador giratorio colocado a 45 º, lateralmente en la ventanilla: este sistema refleja la imagen captada por el objetivo, alternativamente a la película, y a la pantalla de enfoque del visor con un grandioso aumento de 10X. Una de las características que mas me gusta de la Arriflex 16 ST es que la cortinilla de cierre del ocular se abre sola, automáticamente, cuando se apoya el ojo, y se cierra al separarlo, sin necesidad de girar manualmente ningún botón o de colocar una tapa. Para los que rodamos documentales, esta es una prestación muy valorable.
El obturador giratorio de espejo asegura que toda la luz que atraviesa el objetivo llegue a la película durante la fase de exposición, de modo que la velocidad de obturación efectiva sea igual a la velocidad de obturación real, 1/50 seg a 25 fps, y prorrateada a otras velocidades.
Con la cámara parada, el visor recibe toda la luz que pasa por el objetivo y, por lo tanto, permite enfocar fácilmente incluso con poca luz. Con la cámara en funcionamiento, la imagen parpadea (como ocurre también con las Beaulieu hechas en Francia (o la Fuji ZC1000 de S8), produciendo una sensación cinemática, realmente adictiva, que es todo un regocijo para el camarógrafo que ama el cine en película (claro que si usted, estimado lector, proviene del mundo digital, no sólo no se deleitará con esta característica. sino que, probablemente, quedará desconcertado).
Al igual que con todas las cámaras réflex de lentes intercambiables, la imagen se oscurece cuando se cierra el diafragma (por ejemplo, usando películas de sensibilidad de alta en exteriores); sin embargo, gracias al sistema de obturador giratorio con espejo, sigue siendo lo suficientemente brillante para permitir el enfoque así como una cierta estimación de la profundidad de campo.
(¡¡¡No se pierda la cuarta entrega de la serie!!!, pero tampoco olvide leer las precedentes, en este mismo canal)
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