Antes de rodar "Spitsbergen, O Gardián do Ártico" tuve que entrenarme en las cumbres mas heladas de Galicia para coger destreza a la hora de manejar cámaras, y cambiar película, con guantes, mitones y temperaturas bajo cero. Para filmar "Odisea en Groenlandia" necesité convertirme en un experto kayakista (aunque noté gran diferencia entre las aguas de la paradisíaca villa de Sada y las heladas de Scoresby Sund, el fiordo mas largo del mundo).
Ahora, para el siguiente proyecto, en la Antártida, "Más allá del Polo Sur", la organización me requiere resistencia pues necesito "apechugar" el equipo cinematográfico y la película, sin ayuda, ¡al mismo tiempo que filmo!, en tramos como los diez accidentados kilómetros que tendré que escalar hasta Castle Rock, un peñasco así bautizado por Robert Scott en su famosa expedición de principios del siglo XX. Castle Rock se encuentra en la Isla de Ross, en las coordenadas 77°48′S 166°46′E: ¡nadie lo filmó jamás en Súper-8!, en los casi sesenta años de vida de este paso cinematográfico.
Así estaba ayer... |
Para subir hasta allí, cargado, la semana pasada comencé mi preparación a cargo del amigo Javier Suárez que, a su condición de informático y militar de carrera (en la reserva), une la titulación de profesor de gimnasia.
Javier, tras estudiar la analítica tras mis primeros entrenamientos, exclamó: "¡Estas muerto, chaval! Los cadáveres de tres días dan mejores resultados, ja, ja".
...y así tendré que estar en febrero ¡para llegar hasta allí cargando cámara, objetivos y película! |
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