ADIÓS AL VHS (1976-2016), que se deja de fabricar hoy: nada hay más efímero que un formato electrónico. Empero, ahí perdura el súper-8, con nuevas cámaras, emulsiones y servicios, más de medio siglo después de su presentación.
Lo curioso es que hay personas que, en su momento, mal aconsejadas, pasaron sus películas de súper-8 a VHS y tiraron a la basura los originales en película. Ahora se han quedado sin recuerdos. En cambio, si hubiesen mantenido sus filmaciones en Súper-8, actualmente se podrían digitalizar en HD para DVD y, en breve, en 2K o 4K, pues el soporte fílmico, aparte de conservarse por centurias, ofrece una resolución asombrosamente desaprovechada.
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