RETRO LAB Y SU GRAN TRABAJO CON LA KODAK TRI X
Tenemos suerte, los españoles, que un conjunto de circunstancias excepcionales, conjugadas, han conseguido que un inglés y un español apuesten de forma firme y decidida por el mantenimiento de un laboratorio cinematográfico especializado en película de 16 mm (en Estados Unidos series como "The walking dead" se ruedan en 16 mm) y súper-8 (convertido este último en un formato profesional y una de las apuestas de Kodak por su supervivencia como marca).
Bajo el título "No hay futuro" se agrupan una serie de cortometrajes que estoy filmando con el trasfondo de la crisis en España, una crisis que durante el inminente mes de agosto cumplirá su VIII año triunfal (de forma que supera con creces la de proporciones bíblicas). Cuando escribo "filmando", y no "grabando", es con toda la intención pues empleo únicamente película: las características diferenciales de las distintas emulsiones que he empleado, estoy empleando y emplearé en cada cortometraje forman parte del, pudiéramos decir, "metalenguaje" de las historias. "No hay futuro", en su momento, se podrá disfrutar bien en forma de largometraje, bien en forma de cortometrajes independientes.
Tras el Opus 1 de "No hay futuro" (¡en el que filmamos una secuencia tirando una cámara desde un sexto piso!), estoy rodando el Opus 2 en el que el gran Fernando Pujalte interpreta a Iago Losina, un detective privado al que la crisis merma su clientela y decide cambiar de vida, dejando atrás la cuota de autónomos, impuestos trimestrales, ataduras..., para disfrutar de una vida errante. La parte final, con un cierto tono místico, ya ha sido filmada con emulsión Fujifilm Velvia 100, sobreexpuesta un diafragma (emulando a Tarantino con la secuencias en Kodak Ektachrome de la magistral "Django desencadenado"). Como la exposición conllevó también reducir la velocidad de obturación, tuve que modificar la sencilla cámara empleada en lo que es una historia para relatar otro día.
La primera parte de "No hay futuro (Opus 2)" es en deprimente blanco y negro Kodak Tri X. Hoy sábado me han llegado los primeros 10 metros de película procedentes de Retro Lab. ¡Han hecho un trabajo magnífico, extraordinario! El cine, especialmente el rodado con película inversible, tiene su punto alquímico en el momento del revelado. Por ello, no me gustan los revelados industriales de Alemania: prefiero la maestría artesanal de un laboratorio como Retro Lab, que es capaz de conseguir de cada emulsión lo que, como creador, busco; esto, como filmmaker, es importantísimo y lo valoro muchísimo. Este toque alquímico y especializado es algo que sólo se puede conseguir en un laboratorio dirigido por entusiastas del fotoquímico, mantenedores de arcanas fórmulas olvidadas por otros laboratorios extranjeros que procesan película como podrían estar procesando carne picada.
Retro Lab comenzó su andadura en la colonia británica de Gibraltar. Con el "brexit", y para evitar los inminentes retrasos y tasas aduaneras, se han visto forzados a trasladarse a las afueras de Málaga (si bien, conservarán también la dirección de Gibraltar para atender a los cineístas de Gran Bretaña).
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